El infierno comienza cuando se abandona toda esperanza

Por Juan Pablo Mañueco

(escritor y periodista)

 

 

I. “Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate"

 

Dejad, quienes entráis, toda esperanza.

“Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate".

Tal frase -de color ya sin rescate-

de puerta en dintel exigía esa fianza.

 

Y cierto que el ánimo todo abate

perder la última creencia y alianza,

la postrera certidumbre y confianza

que a esa muerte final la combate,

 

clavando extrema, cruel, la última lanza

que pone fin a la vida aun en vida.

¡Sin esperanza ya es toda perdida

aunque el corazón lata inerte danza!

 

 IIInclusive en la vida, si falta la  esperanza

 

Sí es el infierno, inclusive en la vida,

el lugar en que falte la esperanza

o el estado de ánimo en destemplanza

con la creencia ausente de salida.

 

III. Con ella, el averno incluso se redime

 

El averno incluso se redime,

si se piensa que un perdón final merecerá,

pues no hay acto humano que se estime

merezca tal castigo toda la eternidad.

 

 

Juan Pablo Mañueco, del libro "Los poemas místicos y otras estrofas novicias"

(2017)

 

http://aache.com/tienda/654-cantil-de-cantos-viii.html