Comunidad, portadora de la buena noticia

Mª Lourdes López García

(Cáritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara)

 

 

Y Jesús les dijo “Id y proclamada el Evangelio a toda la creación….”, Cáritas insertada en la misión de la Iglesia busca ser Buena Noticia con coherencia y radicalidad en cada encuentro, con cada persona que trabaja,  en cada compartir, en cada acción, en cada escucha, en cada proyecto. 

Todos nosotros también estamos llamados a ser Buena Noticia en nuestra sociedad, ante situaciones de ruptura personal, familiar, social y global, es necesario ir contra corriente, con otra lógica, con otros valores y premisas diferentes a las imperantes, que nos sitúen de otro modo en nuestro obrar, pensar y sentir. 

Ante el individualismo creciente, el anonimato de nuestros barrios y la indiferencia, Cáritas nos llama a ser Comunidad, a ser con otros, a que nos importe todo aquello que afecta al otro, pues todos somos responsables de todos; Cáritas es comunidad parroquial, comunidad cristiana, comunidad en el barrio, en la sociedad y en la comunidad universal.

Y es en esa Comunidad donde cada uno aporta lo que tiene y lo que es y así se da la  multiplicación de los talentos, el “nosotros” del que forman parte los últimos y los más pobres, los preferidos de Jesús. Una Comunidad que vive así, nos recuerda a las primeras comunidades cristianas: “El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía, pues lo poseían todo en común. Entre ellos no había necesitados, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero de lo vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se distribuía a cada uno según lo que necesitaba”. 

Este texto es una llamada muy clara a nuestras vidas y a nuestras comunidades a renovar nuestra fraternidad cercana y real con los más pobres. Frente a un mundo excluyente, que expulsa hacia los márgenes y que hace cada vez más grande la brecha de la desigualdad, Cáritas renueva su opción por las personas más pobres desde una presencia cercana, real y concreta.

Nuestra presencia al lado de los que más lo necesitan es clave: salir a su encuentro, hacerles visibles, dignificarles, acompañarles y con nuestra acogida y atención, hacer que renazca la esperanza en sus vidas. Este cambio profundo requiere de una pregunta en nosotros. ¿Estamos verdaderamente con los pobres?

Cáritas, Comunidad y Pobres están profundamente vinculados, nuestra comunidad no es tal si no están presentes los pobres. El espacio donde podemos acompañar y ser acompañados, generar presencia, anuncio y otro estilo de vida que posibilita esos espacios liberadores es la Comunidad.