Además del hito de abrir un año, en el día uno de enero las comunidades católicas tienen dos motivos relevantes de celebración: la paz y la maternidad de María. Es la solemnidad de Santa María Madre de Dios, fiesta que celebra la maternidad divina de María, una verdad de fe que constituye uno de los cuatro dogmas marianos claves: inmaculada concepción, maternidad divina, perpetua virginidad y asunción a los cielos en cuerpo y alma. En la diócesis, este título preside el monasterio diocesano cisterciense de Buenafuente del Sistal, que está dedicado a Santa María Madre de Dios.
Y desde hace más de medio siglo, el primer día del año es la Jornada Mundial de Oración por la Paz, iniciada por el papa Pablo VI. La LIV Jornada Mundial de la Paz se propone este año con el lema "La cultura del cuidado como camino de paz", muy en sintonía con el pensamiento del papa Francisco, que ha escrito el mensaje correspondiente con el mismo título.