Una saeta y un poema a Jesús crucificado

Por Juan Pablo Mañueco

(escritor y periodista)

 

 

1. La Saeta
 
Vía Crucis de la Juventud
del Martes Santo en Guadalajara
(Martes Santo)
                                     
 
 
Vía Crucis, Juventud,
en el arriacense Martes
Santo, cuyos estandartes
son fe, antorchas y la cruz
                         
de madera, que compartes
para compartir la luz.
Jóvenes en multitud,
nuevos de la fe baluartes.
 
Oooh, antorchas iluminadas,
la sombra en Guadalajara
 
eleva las llamaradas
de noches que a Dios nos llaman.
 
Oooh, donde cada estación
es punto de reunión
 
y de pausada lectura
de la Sagrada Escritura
 
para calmar el dolor
de esta Noche de Pasión.
 
¡El camino de la Cruz
escalando a la virtud!:
 
Jesús, condenado a muerte.
Jesús, a la cruz se inserte
 
Jesús cae primera vez.
Jesús a su Madre ve.
 
Cirineo ayuda a Jesús.
Verónica limpia a Jesús.
 
Jesús cae segunda vez.
Consuela a Jerusalén.
 
Jesús cae tercera vez.
Sin ropajes ya se ve.
 
Jesús, clavado en la cruz.
Jesús, ha muerto en la cruz.
 
Descendido a la Piedad.
En el sepulcro ya está.
 
Vía Crucis, Juventud,
en el arriacense Martes
Santo, cuyos estandartes
son fe, antorchas y la cruz
 
de madera, que compartes
para compartir la luz.
Jóvenes en multitud,
nuevos de la fe baluartes.
 
¡Oooh, antorchas iluminadas,
la sombra en Guadalajara
 
eleva las llamaradas
de noches que a Dios nos llaman!
 
 
Del libro "Cantil de Cantos, V. Saetas de la Semana Santa de España" J.P. Mañueco (2017)
 
 
 
2. El poema a Jesús Crucificado.
 
 
 
 
PASTOR CLAVADO QUE DESDE EL MADERO
 
 
Pastor clavado que, desde el madero,
A silbos de amor llamas al rebaño,
Según tu plan, cargaste con el daño
Total para hacer nuestro andar ligero.
 
Oro a tu sacrificio, Jesús, extraño,
Raro Dios dispuesto, hasta al aguacero
Cálido de tu sangre, a ser cordero,
Leño en cruz enclavado a un travesaño.
 
Ante ti, amor tan pleno reverbero,
Viendo tu forma humana en la que poro
A poro agua entre sangre rememoro,
DOnoso amor más dulce y verdadero,
 
Que doy rienda suelta al llanto… y lloro
Unido a tu último gemir postrero,
En donde el pastor clavado es viajero
DESDE EL MADERO, al cual yo ahora adoro.
 
del libro "La sombra del sol", Juan Pablo Mañueco