Monición inicial

 

Jesucristo, “el Retoño y el descendiente de David, el Lucero radiante del alba” (Ap 22, 16), celebra, por el Espíritu Santo, su Misterio Pascual, aquí y ahora, para gloria del Padre y salvación de las almas.

 

Lo celebra Él, aquí y ahora, en este segundo Domingo de Adviento, en estos primeros días del mes de diciembre, cuando ya se empiezan a sentir los primeros fríos del cercano invierno. Pero si desciende la temperatura exterior, suba, en cambio, la temperatura interior de nuestro corazón al calor de otra cercanía, la del Señor.

 

Y junto a la temperatura interior, cuidemos la pureza de corazón para “ver” así, con los ojos de la fe, a Dios sacramentalmente presente en medio de nosotros. Por eso, con este deseo de pureza interior, reconocemos al inicio de la celebración con humildad nuestros pecados e invocamos con confianza filial la misericordia divina.

 

Petición

 

En este Año de la Vida Consagrada tenemos muy presentes a todos los consagrados de nuestra diócesis. De forma muy particular en esta semana  oramos por las Ursulinas de Sigüenza, las Adoratrices de Guadalajara, las Carmelitas del Sagrado Corazón de Guadalajara y Humanes, las Religiosas de Santo Domingo de Azuqueca, las Hermanas Maestras de Santa Dorotea de Alovera, Azuqueca, Guadalajara y Sigüenza, las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en Guadalajara y Molina y las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Guadalajara y Sigüenza. Por estas comunidades nos pide la diócesis que oremos en esta semana y lo hacemos con gusto. Roguemos al Señor.

 

Avisos finales

 

El Domingo es el primer día de una nueva semana cristiana, en este caso, la segunda semana de Adviento, que trae consigo algunas celebraciones destacadas que vamos a adelantar:

 

Mañana, día 8, celebraremos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, patrona de España. Aquí, en la catedral diocesana, presidirá la celebración el Sr. obispo, a las doce del mediodía, y nos impartirá al final la bendición apostólica que, recibida con las debidas disposiciones, nos enriquecerá con la gracia de la Indulgencia plenaria.

 

A lo largo de esta semana tendremos muy presentes a nuestros hermanos de Méjico, una semana a la que podríamos calificar como su “semana grande” del Año, ya que celebrarán el día 9 a san Juan Diego y el día 12 a la Virgen de Guadalupe. Nos uniremos en espíritu a los miles de peregrinos que llegarán hasta la gran basílica para decirle otra vez a la Virgen cantando: “Por patria nos diste este lindo suelo/ y lo bendijiste pues era tu anhelo/ tener un santuario cerquita del cielo… ¡Que viva la Reina de los mejicanos/ la que con sus manos sembró rosas bellas/ y puso en el cielo millares de estrellas!”

 

El sábado, día 13, celebraremos la memoria de santa Lucía, de quien el Martirologio Romano hace el siguiente elogio: “Memoria de santa Lucía, virgen y mártir, la cual, mientras vivió, conservó encendida la lámpara esperando al Esposo, y llevada al martirio en Siracusa, ciudad de Sicilia, en Italia, mereció entrar con Él a las bodas y poseer la luz indefectible”.

 

Sea para todos nosotros esta nueva semana cristiana, la segunda semana de Adviento, una semana llena de esperanza, de gracia, de gozo y de paz.