Oración diaria

 

 

 

 

 

 

 

 

27 IV VIERNES DE PASCUA. SAN ISIDORO

 

 

 

Texto bíblico

 

Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mt 5, 13-16)

 

Comentario

 

El texto evangélico es afirmativo, no condicional: “Vosotros sois sal”. “Vosotros sois luz”. Especialmente durante este tiempo de Pascua, recordamos la Luz del Resucitado, simbolizada en el Cirio que es bendecido durante la noche santa. Si Jesucristo se identifica a sí mismo como “Yo soy la luz” y el Evangelio nos asigna la contundente afirmación: “Vosotros sois luz”, podemos comprender la identidad que la fe en Cristo nos ofrece.

Sin embargo, la luz no puede ser escondida ni tapada, de lo contrario, se extinguiría. La luz es difusiva y alumbra a todos en la casa cuando se coloca sobre el candelero. Cada cristiano es luz; son sus obras las que brillan y resplandecen, atrayendo a aquellos que sufren en la oscuridad. “Creed en la luz, para que seáis hijos de la luz” (Jn 12, 36).

Hoy la Iglesia celebra a San Isidoro, obispo y doctor, miembro de una familia de santos y hermano de San Leandro, San Fulgencio y Santa Florentina. Sin duda, son testimonio de luz y sabiduría. “Vivid como hijos de la luz, pues toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz” (Ef 5, 9).


 

Propuesta

 

¿Vives en la luz?