Montando el Nacimiento

Por Javier Bravo

(Delegación de Medios de Comunicación Social)

 

 

Además de una costumbre con siglos de historia, montar el belén representa cada Navidad una gran oportunidad para pasar un agradable y divertido rato en familia. El belén aporta a la decoración invernal de tu hogar un toque de calidez y tradición. En casa solemos hacerlo, entre mi hermana y yo, en torno a la Inmaculada.

Por eso el artículo de este mes no podrá ser otro: Montando el Belén. Para ello, en mi artículo,  os propongo algunos pasos fundamentales que, a mi juicio, hay que seguir para que nuestro nacimiento sea la envidia de todo el vecindario. ¿Me acompañas?

Lo primero que yo haría o aconsejaría es fijar en nuestra mente el Belén antes de llevarlo a la práctica. ¿Qué espacio dispongo para él? ¿Cuántas figuras tengo? ¿Qué presupuesto piensas gastar, si es que quieres seguir completándolo? Cuestiones previas que no debes obviar antes de ponerte manos a la obra.

Realiza un boceto en papel, donde aparezcan las distintas zonas o escenas que quieres representar. Los tipos de pesebre son infinitos, desde el tradicional y sencillo misterio hasta extensos montajes que incluyen la llegada de los Reyes Magos, el castillo de Herodes o escenas que pueden dar mayor lucimiento al pesebre, como la huida a Egipto o la anunciación del ángel Gabriel. Todo ello dependerá de los factores que hayamos visto en el paso 1.

Ahora tendrás que empezar a preparar el terreno. Acondiciona la superficie sobre la que vayas a montar el portal. Si es una mesa, fórrala de plástico o papel resistente para que no se estropee. Si vas a montar simplemente el misterio, busca un buen lugar y acondiciónalo bien con algún paño o brocado.

El relieve de nuestro nacimiento ya va en cuestión de gustos. Los más expertos y estrictos, históricamente hablando, estudian cómo era la orografía de la antigua Palestina para conseguir un nacimiento lo más fiel posible a la realidad. Pero no tenemos que complicarnos tanto, puedes diseñar tu propia base sobre la que asentar el resto del pesebre. El "porexpán" es el material más extendido, pero también puedes hacer el terreno y las montañas con escayola, corcho, madera o, incluso, papel y cola de carpintero.

Seguidamente habrá que cubrir la superficie del portal. Una vez moldeado el terreno, el siguiente paso será cubrirlo para simular la arena del desierto, la hierba de los prados o la nieve de las montañas. En cualquier tienda especializada encontraremos el material necesario para ello. Los árboles podemos fabricarlos utilizando trozos de ramas o arbustos que encontremos por el campo. ¡Cuidado con las especies protegidas, como el musgo! Infórmate bien antes de arrancar cualquier planta.

Ahora empezaremos a situar las construcciones. Si eres muy mañoso, puedes hacerlas tú mismo con los mismos materiales que la base del belén. En caso contrario, las casas, edificios públicos, puentes y otros complementos se venden ya terminados, listos para colocar en el lugar deseado. La distribución de los edificios será otro de los puntos clave del montaje, pero cuidando siempre las proporciones. Y, por supuesto, ¡no te olvides del misterio!

La iluminación, asunto delicado y que dará a tu belén el toque de profesionalidad que siempre has buscado. Existen numerosas opciones, desde una iluminación sencilla y simple hasta antorchas, conectores, controladores automáticos, etc. Conviene que sean bombillas e iluminación de bajo consumo.

Una vez que tengas el “poblado”, tendrás que colocar las figuras, la parte humana del belén. Existen muchas alternativas en cuanto a tamaños, materiales o precios. Escoge las que más te gusten e intenta ir adquiriendo más cada año, para ampliar la colección y seguir sorprendiendo a tus amigos. Para arle una visión de lejanía debes colocar las figuras de mayor tamaño, más delante; y las de menor, atrás. Puedes también seguir la cronología navideña e ir moviendo los personajes, como avanzar a los Reyes Magos hacia el pesebre a medida que se acerca el nacimiento de Cristo.

Los complementos: animales dentro del establo, montones de paja, kioscos con fruta en el mercado, etc. ¡Hasta donde la imaginación te lleve!

El punto final a un buen belén es disfrutarlo con tus amigos y vecinos. Difunde tu creación y enséñaselo a todo el que quiera verlo. Poco a poco irás ganando experiencia y conseguirás que tu belén vaya ganando popularidad y majestuosidad. Y, en todo caso, siempre será un buen argumento para pasar un buen rato mientras lo montas.

En internet, de todos modos hay muchas páginas de orientación. Entre ellas, la de la Asociación de Belenistas de Guadalajara [http://www.belenistasguadalajara.es], que a mi juicio es clara, sencilla y tiene los componentes que ha de tener una página, la información básica. Por eso, a partir de ahora, permitidme que valore positiva o negativamente, siguiendo unos criterios y  con vistas a mejorar, las webs que yo vaya analizando- para hacer que nuestros belenes mejoren. A esta de la Asociación de Belenistas y, como están tan de moda los iconos, le voy a dar un 

Desde estas líneas, os deseo una Feliz Navidad y os invito a poner un Belén en vuestro hogar.