Con el ciclo de Adviento comienza el calendario litúrgico anual, que ayuda a las comunidades y fieles a recordar y celebrar ‘todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación hasta Pentecostés’. El año litúrgico recorre las solemnidades, fiestas y memorias a lo largo de los ciclos fuertes, que son los tiempos de Adviento-Navidad, Cuaresma y Pascua, y las 34 semanas llamadas ‘del tiempo ordinario’, que se intercalan entre los tres periodos citados.
Este año, el inicio del año litúrgico se fija en la tarde del sábado 30 de noviembre como víspera del primer domingo de Adviento. De los tres ciclos de lecturas establecidos, corresponde el ciclo C de lecturas dominicales, que se significan por el seguimiento del Evangelio de san Lucas. El Adviento abarca cuatro semanas, hasta el 25 de diciembre, la Natividad del Señor o Navidad.
Ya es uso habitual el tener actos singulares para iniciar este tiempo, tanto en la comunidad diocesana como en grupos y movimientos. A ello responden las marchas de Adviento, las tandas de ejercicios, las vigilias y los retiros que recoge la agenda pastoral diocesano.