Los santos y beatos de Sigüenza-Guadalajara

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

Memoria y actualización de la santidad en nuestra tierra en el contexto del mes de noviembre, mes de los difuntos, mes también de todos los santos y de los santos locales

 

 

 

 

 

La diócesis de Sigüenza-Guadalajara es tierra de cristianos recios, curtidos y virtuosos. En los anales de las mejores páginas de su historia se hallan los fundadores religiosos, los misioneros, los santos, beatos y venerables, que ahora recordamos.

 

 

Tres santos y tres santas

La primera en el tiempo es santa Librada, mártir en los albores del cristianismo, de origen aquitano, bajo cuyas reliquias se edificó y consagró la catedral. La segunda es santa María de la Cabeza, la esposa de san Isidro labrador, natural de Caraquiz, junto a Uceda. Sus "días" litúrgicos son el 20 de julio y el 9 de septiembre, respectivamente.

El siguiente cronológicamente es Martín de Finojosa, fue obispo de Sigüenza a finales del siglo XII. Fue monje cisterciense en Santa María de Huerta -antiguo lugar diocesano- y murió probablemente en Sotoca de Tajo (otros dicen que en Sotodosos). Había nacido en Deza (Soria). Su fiesta litúrgica actual es el 17 de septiembre. La fotografía que ilustra este artículo es la preciosa talla barroca que la catedral seguntina conserva de él.

El franciscano Pascual Baylón, del siglo XVI, patrono de los movimientos eucarísticos, nació en Torrehermosa (Zaragoza), también antiguo pueblo de nuestra diócesis, junto al valle del Mesa, y fue el primer santo canonizado de la diócesis en la segunda parte del siglo XVII. Su fiesta litúrgica es el 17 de mayo y es muy celebrada en lugares como Mochales, Fuentelsaz, Maranchón, Ventosa o Torremocha del Campo, que lo tienen por patrón. Tiene una parroquia en Guadalajara puesta a su nombre.

La relación con la diócesis de la fundadora del instituto consagrado de las Adoratrices, María Micaela Desmaisières, vizcondesa de Jorbalán, es bastante notable, por razones familiares y por su estancia veraniega en los años de su infancia y adolescencia en Guadalajara, tal y como se refleja en un cuadro conservado en la concatedral. Su fiesta litúrgica es el día 15 de junio. Vivió en el siglo XIX. Pertenecía a la familia de la Condesa de la Vega del Pozo y de la Duquesa de Sevillano. De ahí, que las Adoratrices estén en Guadalajara junto al célebre Panteón de esta familia.

El día 9 de octubre es la memoria litúrgica de Filomeno López López, en la vida consagrada y en el santoral san Marciano José, nació en El Pedregal en 1900. Era Hermano de las Escuelas Cristianas (Hermanos de la Salle). Fue martirizado en Turón (Asturias) el 9 de octubre de 1934. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en abril de 1990 y canonizado por este mismo Papa el 21 de noviembre de 1999.

 

 

Más de 20 mártires diocesanos del siglo XX en los altares

El 29 de marzo de 1987, en la primera beatificación de los mártires del siglo XX, fueron elevadas a los alares las tres mártires carmelitas de Guadalajara (beatas sor María del Pilar, sor María de los Ángeles y sor Teresa del Niño Jesús (esta, además, natural de Mochales). Se fijó su memoria litúrgica el 24 de julio, día de su martirio en 1936.

Cinco años y medio después, el 25 de octubre de 1992, 71 hermanos hospitalarios de San Juan fueron beatificados. Tres de ellos están relacionados directamente con nuestra diócesis: Juan Jesús Andradas Gonzalo y Gonzalo Gonzalo Gonzalo, ambos de Conquezuela, pueblo que perteneció al obispado de Sigüenza hasta 1956; y el también hospitalario de San Juan de Dios y sacerdote José Agapito Mora Velasco, quien fue párroco en distintos pueblos de la actual diócesis entre 1910 y 1915.

La siguiente beatificación martirial relacionada con nuestra diócesis fue la de la religiosa corazonista (Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús), natural de Somolinos, Francisca Aldea Araujo, el 10 de mayo de 1998.

Estos siete beatos mártires diocesanos fueron beatificados por Juan Pablo II, quien también, como queda dicho, beatificó y canonizó al hermano de La Salle san Marciano José, de El Pedregal. Su sucesor, Benedicto XVI, inscribió en el catálogo de los beatos a otros tres diocesanos: el sacerdote briocense Saturnino Ortega Montealegre; y los franciscanos Julián Navío Colado, de Mazarete, y Ángel Remigio Hernández Ranera, de Pastrana, beatificados, también en Roma, el 28 de octubre de 2007.

El 13 de octubre de 2013, en Tarragona, ya con Francisco como Papa, fueron beatificados 522 mártires del siglo XX en España. Nueve religiosos estrechamente vinculados con diócesis: el hospitalario de San Juan de Dios, Gumersindo Sanz Sanz, nacido en Almadrones y martirizado en Málaga; el jerónimo Manuel Sanz Domínguez, de Sotodosos y mártir en Paracuellos del Jarama; y el hermano redentorista hijo de Horche Victoriano Calvo Lozano, martirizado en Cuenca.

         Otros cinco son los cuatro religiosos paúles –Ireneo Rodríguez González, Gregorio Cermeño Barceló, Vicente Vilumbrales Fuente y Narciso Pascual Pascual-  martirizados en Guadalajara, en la tristemente célebre “saca” de la cárcel del 6 de diciembre de 1936; y el joven claretiano extremeño José María Ruiz Cano, martirizado en Sigüenza, en la falda del Cerro del Otero, el 27 de julio de 1936.

Además, entre los mártires claretianos que fueron beatificados el 13 de octubre de 2013, se halló el joven Gabriel Barriopedro Tejedor, nacido en Barahona, localidad soriana que perteneció a nuestro Obispado hasta 1956. Barriopedro fue, además, seminarista de nuestra diócesis y después ingresó en los Misioneros Claretianos. Fue martirizado en Fernán Caballero (Ciudad Real).

En Paracuellos del Jarama (Madrid), el 28 de noviembre de 1936, fue martirizado Miguel Aguado Camarillo, nacido en Humanes  el 7 de febrero de 1903, laico, casado y padre de cuatro hijos. Vivía en Madrid Era caballero de la Virgen Milagrosa y fue beatificado, junto a otros 59 miembros de la Familia Vicenciana, mártires en el mismo periodo histórico, el 11 de noviembre de 2017, en Madrid.

También se podría incluir en este elenco a otros seis beatos mártires, los seis paúles y beatificados igualmente el 11 de noviembre de 2017: los padres paúles José María Fernández Sánchez y Victoriano Reguero Velasco; los hermanos paúles Gil Belascoain Ilarragorri, Cristóbal González Carcedo e Isidro Alonso Peña (los cuatro primeros citados habían estado destinados en Guadalajara y el último en Sigüenza); y laico paúl José Garvi Calvente, cuya esposa era de Guadalajara.

Todos los mártires del siglo XX en España declarados beatos a partir de 2007 tienen como fecha de su memoria litúrgica el 6 de noviembre.

 

Otros beatos

El 14 de noviembre de 1976 el Papa Pablo VI declaró beata a la "letradillo de Santa Teresa de Jesús", la carmelita descalza María Jesús López Rivas, de Tartanedo, que vivió entre el siglo XVI y XVII, natural de Tartanedo y fallecida en Toledo. Tiene en Guadalajara una parroquia a su nombre.

Habría que citar también al jesuita Miguel de Urrea, misionero y mártir en Bolivia en el final del siglo XVI, natural de Fuentes de la Alcarria, popularmente beato.

Y entre los beatos pertenecientes al antiguo Obispado cabe hacer mención del fraile franciscano de La Salceda Julián de Medinaceli.   

 

Venerables

Los venerables Pedro de Urraca, misionero mercedario en Perú, natural de Jadraque; el hermano hospitalario de San Juan de Dios, fray Martín de Castilmimbre, nacido en este pueblo alcarreño; sor Inés de San Pablo, nacida en Fuentelencina o en Pastrana en 1563, monja en Alcalá de Henares, donde instauró la Esclavitud Mariana; madre Antonia de Jesús (1612-1695), monja y fundadora agustina recoleta en Granada, natural de Pastrana; y la monja carmelita descalza sor María Micaela de la Santísima Trinidad, muerta en olor de santidad en 1639 y cuyo cuerpo se conserva desde entonces incorrupto, del convento de Nuestra Señora de las Vírgenes, ahora en Iriépal, antes en Guadalajara, engrosan el número de cristianos virtuosos de la diócesis, en la que vivió también san Diego de Alcalá (1400-1463), en el convento franciscano de La Salceda, en Tendilla.

De gran devoción popular y carisma y con proceso de canonización abierto es la monja concepcionista franciscana sor Patrocinio, "la monja de las llagas", muy querida en Guadalajara, por su benéfico paso en el Convento de El Carmen en la mitad del siglo XIX. Oriunda de La Venta de Pinar, en San Clemente (Cuenca), vivió entre 1811 y 1891. Murió en Guadalajara.

 

Fundadores religiosos camino de los altares

En nuestra diócesis han nacido varios fundadores de Institutos de Vida Consagrada como, en el siglo XIX, el seguntino Saturnino López Novoa, fundador de las Hermanitas de Ancianos Desamparados; Eladio Mozas Santamera, natural de Miedes de Atienza y fundador de las Josefinas de la Santísima Trinidad; y Manuel Malo Malo, de Guadalajara, fundador de las Franciscanas de la Inmaculada y reformador franciscano, los tres en el siglo XIX.

Fundadores en el siglo XX fueron Manuel Herranz Estables, hijo de El Pobo de Dueñas, y Doroteo Hernández Vera, natural de Matute de Almazán, fundadores, respectivamente, de las Esclavas de la Virgen Dolorosa y del Instituto Secular de las Cruzadas Evangélicas.

De los cinco está abierto y en curso el proceso de canonización; y de Manuel Herranz Estables, Saturnino López Novoa, Eladio Mozas Santamera y Doroteo Hernández Vera, la Santa Sede ya ha emitido el correspondiente decreto de virtudes heroicas. Son, pues, venerables y su beatificación queda pendiente tan solo del reconocimiento de un milagro obrado por su intercesión respectiva.

En Guadalajara, en el siglo XIV, nació el restaurador en España de la Orden Jerónima y fundador del Monasterio de San Bartolomé de Lupiana Pedro Fernández Pecha.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 21 de noviembre de 2025