La estructura diocesana se basa en lo que pide el Derecho Canónico y de acuerdo con las necesidades pastorales y buscando la dinamización y coordinación de esa pastoral diocesana.
La Curia diocesana está situada en la sede del obispado en Guadalajara, calle Mártires Carmelitas, Nº 2 (C.P. 19001) y acoge en el mismo edificio gran parte los servicios diocesanos, la vivienda episcopal y diferentes espacios para los encuentros diocesanos. Además el obispado tiene otra sede en la calle Villaviciosa, Nº 7 (C.P. 19250), de la ciudad de Sigüenza. Además otros organismos (especialmente las delegaciones de pastoral) tienen su sede en Casa Diocesana de Guadalajara situada en la calle Salazaras, Nº 3 (C.P. 19005), en el Centro Juvenil Juan Pablo II en la calle Inclusa, Nº 5 (C.P. 19005) o en la Casa Nazaret (todos los servicios destinados a la acción social), situada en la avenida de Venezuela, Nº 9 (C.P. 19005). El resto de instituciones tienen sus domicilios en sus propias sedes sociales.
La Curia diocesana es un medio para fomentar la coordinación, la unidad y comunión en el seno de la Iglesia particular, alrededor del obispo, que la guía en la fe y en la caridad. Conviene destacar el valor de la comunión, que es la misma vida de la Iglesia, «la que se manifiesta como pueblo unificado desde la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Concilio Vaticano II, Constitución Lumen gentium , 4).
La Curia está al servicio de la diócesis: los fieles, de las parroquias, instituciones, asociaciones, comunidades de vida consagrada y, en general, de todos los que viven y trabajan en la Iglesia diocesana al servicio de la evangelización.
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