Por Alfonso Olmos Embid
(Director de la Oficina de Información)
La Semana Santa en Guadalajara y sus pueblos es una tradición que, año tras año, se vive con fervor y devoción. Las procesiones, los pasos y la música sacra conforman un ambiente de recogimiento que invita a la reflexión. Cada uno de los municipios guadalajareños, desde la capital hasta los rincones más pequeños, celebra este acontecimiento, histórico y salvífico, con un sentimiento profundo de fe y recogimiento, recordando la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Sin embargo, en el contexto ideológico y social actual de España, donde la secularización y el relativismo parecen ganar terreno, la Semana Santa cobra una dimensión aún más relevante. En un mundo marcado por la incertidumbre y la fragmentación, es vital que los cristianos no solo vivan estos días como una tradición cultural, sino que den un testimonio auténtico de su fe. Esta es una oportunidad para recordar que, aunque los tiempos cambian, la esencia del mensaje cristiano sigue siendo un motivo de esperanza y unidad.
Hoy, más que nunca, debemos ser testigos del amor de Cristo en medio de la sociedad, mostrando con nuestras vidas la fuerza de una fe viva que desafía las adversidades del mundo moderno. En Guadalajara, como en toda España, la Semana Santa es una invitación a renovar nuestro compromiso con la fe y a vivirla con valentía.