Carta semanal del obispo

 
 
 

'Peregrinos de esperanza'

 

 

Queridos hermanos en el Señor: Os deseo gracia y paz.

El día 9 de mayo, el Papa Francisco convocará de modo oficial el Jubileo ordinario de 2025, a través de la lectura pública y la entrega de la Bula de Convocación. El lema oficial para este año jubilar es “Peregrinos de esperanza”.

“Jubileo” indica un año especial. La palabra procede del término “yobel”, el cuerno de carnero con el que se anunciaba el Día de la Expiación en el Antiguo Testamento.

El Papa Bonifacio VIII, en 1300, convocó el primer Jubileo, llamado también “Año Santo”, porque es un tiempo en el que se experimenta que la santidad de Dios nos transforma. Con el tiempo, la frecuencia ha variado: al principio era cada 100 años; en 1343 Clemente VII lo redujo a 50 años y en 1470 Pablo II lo estableció cada 25 años.

El tiempo de preparación hasta 2025 se está desarrollando en dos etapas: el año 2023 se dedicó a las cuatro constituciones del Concilio Vaticano II, con el deseo de animar a su lectura y recibir una sintética presentación de la riqueza del acontecimiento conciliar. El año 2024 está dedicado a la oración.

El Papa Francisco escribió: “me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran "sinfonía" de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo. Oración, para agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla. Oración como voz "de un solo corazón y una sola alma" (cf. Hch 4,32) que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día. Oración que permite a cada hombre y mujer de este mundo dirigirse al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón. Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción. En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del "Padre Nuestro", la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos”.

Cuando los discípulos pidieron al Señor Jesús: “Enséñanos a orar” (Lc 11,1), Él respondió pronunciando las palabras del Padrenuestro, dándonos un modelo concreto y al mismo tiempo universal. El Padrenuestro es “el resumen de todo el Evangelio" (Tertuliano). Es el corazón de las Sagradas Escrituras.

Cristo nos enseña no sólo las palabras, sino que además destaca que, en nuestro coloquio con el Padre, debemos tener una sinceridad total y una apertura plena. La oración debe abrazar todo lo que forma parte de nuestra vida. No puede ser algo suplementario o marginal. Todo debe encontrar en ella su propia voz.

La Diócesis de Sigüenza-Guadalajara tiene previsto realizar, si Dios quiere, una peregrinación jubilar a Roma del 12 al 16 de febrero de 2025.

Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

 

Julián Ruiz Martorell, Obispo de Sigüenza-Guadalajara