El jueves 24 de agosto llega la fiesta del apóstol San Bartolomé, también llamado Natanael. Según la tradición, evangelizó en distintos puntos de Asia, entre los que se cita la lejana India, y murió martirizado desollado vivo en Armenia. Por este motivo, san Bartolomé es el patrón de aquellos que trabajan las pieles, fabrican o usan cuero, guantes, abrigos, cinturones y botas, encuadernadores, etc.
San Bartolomé motiva celebraciones religiosas mayores en una docena de localidades diocesanas, que suelen vascular entre su día, jueves 24, y el domingo 27. Por doble razón: el ser santo titular de ocho templos parroquiales diocesanos, los de Yebes, Sacecorbo, Casa de Uceda, Jirueque, Matarrubia, Aragoncillo, Campisábalos y Tartanedo; y por ser uno de los patrones protectores de lugares como Checa, Henche, Lupiana y Villel. Por eso, en la segunda parte de esta semana el calendario trae fiestas importantes en la mayoría de estos pueblos.
Además, la historia de la Orden Jerónima dejó en Lupiana su monasterio fundacional a San Bartolomé dedicado, lo mismo que el Seminario de Sigüenza, que antes también había sido monasterio jerónimo. Por su parte, Atienza se honra con una iglesia museo con la misma denominación y Henche con una ermita de san Bartolomé, a la que acuden el romería los lugareños a comienzos de junio, amén de celebrar fiestas patronales en estos días finales de agosto.