El pasado mes de junio se impartió una vez más, en el Centro Penitenciario de Estremera, un curso para internos que acompañan a otros internos del centro diagnosticados con riesgo de suicidio. El curso tiene como objetivo la formación y darles recursos para un mejor cuidado de los compañeros que tienen a su cargo.

La participación de internos de apoyo ha cobrado gran relevancia en los últimos años. Todos ellos han de contar con el preceptivo curso de capacitación básica para poder desempeñar adecuadamente su tarea. La formación, que tiene una duración mínima de 25 horas, es organizada a criterio de los propios centros y con una metodología práctica y aplicada, incluyendo como contenidos básicos los siguientes:

- Internos de apoyo. Funciones y pautas de actuación.

- Detección de situaciones de riesgo y situaciones de crisis.

- Enfermedad mental (depresión y otros).

- Efecto intoxicación de sustancias.

- Taller de inteligencia emocional y habilidades de comunicación. Escucha activa.

- Primeros auxilios.

- Hábitos saludables y autocuidados.

Éstos y otros muchos son los contenidos de los cursos que Capellanía Católica ofrece, y que por parte de la Dirección del Centro solicita nuestra colaboración. Es de agradecer la confianza depositada.

Pero esta triste y cruel realidad no deja de vagabundear en nuestras mentes, cuando acontecen estos hechos y no son noticia para el resto de la humanidad, son noticia y dolor para la familia, para algún amigo y conocidos del módulo. ¿Qué pasa con la persona, es que verdaderamente tan sólo son, el número del NIS que utilizan como identificador dentro del Centro? ¿Cómo se llamaba? ¿Qué edad tenía? ¿Qué le llevó al suicido? Todos son interrogantes sin respuesta.

Os invito a recordar las palabras de Nuestro Querido Papa Francisco. Intentemos hacerlas nuestras: “La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado, y nadie podrá poner un límite al Amor de Dios que Perdona” (Misericordiae Vultus – Nº 3)

Delegada: Sor. Mª de Cortes – Hija de la Caridad      

El Boletín Oficial del Obispado correspondiente al segundo trimestre de 2015 (Año 157 / Núm. 2.554) publica los ingresos ordinarios que han tenido las unidades de acción pastoral (UDAPs) en los últimos cinco años (2010-2014).

Las tablas de cifras se forman con las declaraciones y balances que cada parroquia presenta al Obispado cada año. Según los datos de esas cinco anualidades, de las 109 UDAPs en que se organizan las parroquias de Sigüenza-Guadalajara, 63 de ellas, el 57,7%, no alcanzan la media de diez mil euros anuales en sus ingresos ordinarios. En el punto más bajo, con media de entre setecientos y ochocientos euros, están las unidades de Somolinos, La Cabrera y Saúca. Entre diez y treinta mil euros hay 36 UDAPs. Las diez unidades con la media de ingresos anuales más alta abren un abanico que va de los treinta mil euros hasta cerca de los sesenta mil; seis de estas parroquias están en Guadalajara capital, siendo San Ginés, San Nicolás y San Juan de Ávila las únicas que superan los cincuenta mil euros de media anual.

Hay que considerar que las UDAPs pueden estar constituidas por una sola parroquia grande, como acaece en las poblaciones grandes, o agrupar tres, cinco, diez y hasta veintitrés como en el caso de Molina de Aragón, que es la UDAP que atiende más parroquias. Tomadas individualmente, un tercio de las parroquias de la diócesis queda con media de ingresos ordinarios anuales por debajo de los quinientos euros.

En los nombramientos firmados por mons. Rodríguez Martínez el pasado 15 de julio, hay dos novedades que se dan en las delegaciones, respectivamente, de Ecumenismo y Catequesis. Así, el nuevo delegado diocesano de Ecumenismo es el párroco de Baides y profesor en U. P. Comillas, Rafael Amo Usanos. Y Luis-Antonio Monge García, nuevo párroco de Torrejón del Rey, encabeza la delegación de Catequesis.

Sus nombramientos duran hasta el 10 de julio de 2018 en tanto que se trata de sustituciones, por motivos diversos, de los hasta ahora responsables de dichas delegaciones. En el organigrama de acción pastoral diocesano se cuentan veinte delegaciones o sectores específicos de tareas pastorales.    

Desde 1987, todos los 24 de julio, este año viernes, es en la diócesis la memoria obligatoria litúrgica de las Beatas Mártires Carmelitas Descalzas de Guadalajara (Sor María de los Ángeles, Sor María Pilar y Sor Teresa del Niño Jesús), de cuyo martirio se cumplen 79 años. Hay gran fiesta en el Carmelo Descalzo de San José y en Mochales, la cuna de la beata Teresa del Niño Jesús. Esta fiesta en Mochales la ha promovido desde la beatificación, el 29 de marzo de 1987, el hermano de la beata, Gaudencio García, quien falleció, a punto de cumplir 92 años, el pasado 30 de enero.

En el monasterio de San José de las Carmelitas de Guadalajara, la comunidad ha programado dos celebraciones eucarísticas. La primera sigue el horario comunitario habitual y será a las ocho y media de la mañana. Y por la tarde, a las 19.30 horas, será la eucaristía solemne de la fiesta, que presidirá el padre carmelita Rafael de la Virgen de la Antigua. La fiesta se ambienta con las siguientes palabra de santa teresa de Jesús: “como veía los martirios que por dios las santas pasaban, parecíame compraban muy barato el ir a gozar de Dios y deseaba yo mucho morir así”.