El jueves 15 de junio es santa María Micaela del Santísimo Sacramento (1809-1865), la fundadora, hace más de siglo y medio de las Adoratrices, instituto de vida consagrada dedicado a la reeducación y servicio a las niñas, adolescentes y mujeres marginadas. Las Adoratrices están estrechamente vinculadas con la ciudad de Guadalajara a través de la familia de la santa y de ella misma. Desde 1925 hay Adoratrices en Guadalajara, donde, en la actualidad, sirven un colegio y una residencia para religiosas mayores.

En nuestra diócesis, la memoria litúrgica de santa María Micaela tiene rango de memoria obligatoria. Desde 1976, en la hermosa iglesia del conjunto de Adoratrices, hay una parroquia diocesana.

A última hora de la tarde del viernes 2 de junio, falleció en Sigüenza, el padre josefino Francesco Solidani. Nació en Roma el 12 de mayo de 1927. Entre los años 1942 y 1948 completó en Italia su formación y profesión religiosa como josefino de Murialdo. Recibió la ordenación sacerdotal en Ambato (Ecuador) el 19 de marzo de 1952. En 1968 fue destinado a la comunidad josefina de Sigüenza. Durante muchos años fue confesor del seminario mayor de Sigüenza. Sus exequias fueron en San Pedro de Sigüenza, ciudad en cuyo cementerio interparroquial fue enterrado.

Según estaba programado, los grupos de Acción Católica General que hay en la diócesis tuvieron la clausura del curso pastoral el sábado 10 en Azuqueca. Representantes de las parroquias en que está presente este movimiento acudieron a convivir durante toda la jornada en los espacios de la parroquia de la Santa Cruz siguiendo el lema 'Juntos anunciamos lo que vivimos'. Una oración inicial abrió y dio ambiente a la mañana, que se completó con la reflexión sobre el lema y las valoraciones del curso. Para los pequeños hubo una yincana que sirvió para animar también a los grandes. La tarde tuvo su culminación en celebración de la eucaristía de acción de gracias.

El pasado 4 de junio tuvo lugar en Málaga del Fresno la celebración de las confirmaciones. Recibieron el sacramento los jóvenes Irene, Inés, Julia, Minerva, Marco y Miguel. Por tratarse del primer domingo de mes, la celebración dominical se completó con la procesión con el Santísimo en el interior del templo, tradicional procesión denominada ‘de la minerva’, que mantiene y realiza la Hermandad de la Virgen del Rosario cada primer domingo de mes. Los hermanos de la hermandad manifestaron su satisfacción por contar con la presencia del obispo en tan tradicional acto eucarístico.