El 6 de enero es la fiesta de la Epifanía del Señor, celebración que tiene personificación simbólica en los Reyes Magos, grandes protagonistas, en especial en España; y junto a ellos a los niños.

Epifanía significa la gran manifestación de Dios a la humanidad y celebra que el Hijo de Dios, Jesús, ha nacido para todos: para los de lejos y los de cerca, para los humildes y para los poderosos, para los pastores y para los sabios y magos de Oriente.

Además, la Iglesia católica en España dedica a la animación misionera la jornada eclesial y litúrgica de la Epifanía del Señor, 6 de enero. Es el día del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), con 103 años de benemérita historia misionera. El 6 de enero es el día asimismo de los catequistas nativos. “Sinodalidad, participación y corresponsabilidad” es su lema, en clara alusión al camino sinodal que está recorriendo toda la Iglesia universal. En nuestra diócesis, esta jornada del IEME y de los catequistas nativos no conlleva colecta imperada.

El domingo 8 es la fiesta del Bautismo del Señor, fecha que marca el final del tiempo de Navidad y Epifanía, a la par que da paso al primer tramo del calendario litúrgico ordinario. Esta primera parte del tiempo ordinario, también llamado “per annum” (durante el año), llegará hasta el Miércoles de Ceniza, el 22 de febrero. Caracteriza al tiempo ordinario el recorrido de los principales acontecimientos de la vida pública y ministerio de Jesucristo, este año con los relatos evangélicos según san Mateo o ciclo A de lecturas dominicales.

En otro orden festivo, el de las tradiciones y fiestas populares, se abre el ciclo de invierno, cuya primera celebración se tiene el domingo 8 en la localidad de Valdenuño Fernández con la fiesta del Santo Niño Perdido, fiesta y botarga declaradas de Interés Turístico Regional.

El Eco de esta semana (n.º 4.219, con fecha 8 de enero de 2023) publica un informe detallado sobre el pontificado de Benedicto XVI. La parte principal, encabezada por el título ‘Gracias, Benedicto XVI’ abarca dos páginas especiales que resumen en doce apartados lo más sobresaliente de la obra de quien ha sido, entre 2005 y 2013, el 265 papa de la Iglesia católica.

Destacan en los primeros epígrafes las tres Jornadas Mundiales de la Juventud, los cinco Sínodos de los Obispos y los cinco Consistorios para crear cardenales. A continuación, se nombran otros acontecimientos notables: Encuentros Mundiales de las Familias, Congresos Eucarísticos, encuentros y acciones ecuménicas, Años Paulino (2008-2009) y Sacerdotal (2009-2010), primeras actuaciones y documentos sobre los problemas de pederastia y relación de los viajes apostólicos, 24 internacionales y 31 dentro de Italia. Por último, el informe anota los escritos más importantes: tres encíclicas, cuatro exhortaciones apostólicas postsinodales y cinco cartas motu propio dedicadas a la Nueva Evangelización. El encarte especial se completa con una semblanza de diez trazos ‘para un retrato de Benedicto XVI’.

Por último, en la primera y segunda páginas habituales de El Eco se dan un texto editorial con el título ‘Adiós, Benedicto XVI’ y los resúmenes de las tres cartas encíclicas: Deus caritas est (25 de diciembre de 2005), sobre el amor cristiano; Spe salvi (30 de noviembre de 2007), sobre la esperanza cristiana; y Caritas in veritate (29 de junio de 2009), sobre la caridad en la verdad.

Respondiendo a la llamada del Papa Francisco a ser solidarios con Ucrania y con otros países en guerra, especialmente en Navidad, la catedral de Sigüenza envío 2.800 euros, repartidos igualitariamente, para Cáritas Ucrania, a través de Cáritas Diocesana, y para Ayuda a la Iglesia Necesitada en su campaña de Navidad de este año en favor de Siria. El dinero es fruto de los donativos de los sacerdotes, consagrados, laicos y cofradías durante la novena de la Inmaculada y en días posteriores.