Diez ideas claves ante el Jubileo 2025

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

El Papa Francisco abre el Jubileo 2025 a las 19 horas del martes 24 de diciembre en la basílica vaticana y nuestro obispo lo hará en la catedral el domingo 29 a las 12 horas

 

 

 

(1) Lo que es, en general, un jubileo.- Un Año Santo o Año Jubilar es un momento un tiempo de gracia, (la duración del mismo se estipula en la bula o decreto de convocatoria) en el que la Iglesia concede especiales gracias espirituales (indulgencias) con motivo de un acontecimiento eclesial de gran relevancia.

Los años santos o jubilares ordinarios y universales (para toda la Iglesia) tienen lugar cada 25 años, en los que se celebra el aniversario del nacimiento de Jesucristo. La Iglesia también pueda declarar otros años jubilares o santos con carácter extraordinario, tanto de carácter universal (por ejemplo, el Año de la Misericordia 2015-2016) y de carácter particular (local y/o diocesano), como aconteció, por ejemplo, del 19 de junio de 2018 al 19 de junio de 2019 en el Año Jubilar de la Catedral de Sigüenza con ocasión del 850 aniversario de la consagración de este templo catedralicio.

 

(2) Lo que es, en particular, este jubileo.- En este caso, en el Jubileo de 2025 estamos ante un jubileo ordinario y universal. Un jubileo romano que se extiende a toda la Iglesia, mediante la determinación de los lugares (habitualmente todas las iglesias catedrales y concatedrales) donde poder percibir la gracia jubilar.  Es el vigésimo séptimo año jubilar ordinario de la historia y transcurrirá desde el 24 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2026.

Será el primer jubileo ordinario convocado y presidido por el Papa Francisco, quien, del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016, ya presidió un jubileo extraordinario, el Jubileo de la Misericordia. Será el tercer año jubilar universal del siglo XXI (el primero fue el Gran Jubileo del Año 2000, con el Papa Juan Pablo II).

 

(3) Bajo el signo de la esperanza.- Por decisión del Papa Francisco este jubileo ordinario y universal de 2025 está puesto bajo el signo y la clave de la esperanza (“Peregrinos de esperanza” es su lema).

Pero no es un jubileo temático dedicado a la esperanza, como sí fue temático el citado jubileo de la misericordia. Una situación similar a esta aconteció en 1975. Aquel año jubilar ordinario fue puesto por el Papa Pablo VI bajo la el signo y la clave de la reconciliación

 

(4) Bula jubilar.- La bula (el nombre técnico e histórico del documento mediante el cual un papa convoca un año jubilar  y explica su  razón, finalidad, modalidades y fechas) del Jubileo 2025 fue firmada por el Papa Francisco, el 9 de mayo de 2024, tras el rezo de las segundas vísperas de la solemnidad de la Ascensión del Señor. 

“Spes non confundit” (en español, “La esperanza no defrauda”), frase de la carta del apóstol a los Romanos (Romanos 5, 5), es su título.

 

 

 

(5) Logo y lema de este jubileo.- La esperanza la expresa también ya el logo del Jubileo 2025, que representa cuatro figuras estilizadas que indican la humanidad proveniente desde los cuatro rincones de la tierra. Abrazadas entre ellas, indican la solidaridad y la fraternidad que une a los pueblos.

La primera figura está aferrada a la cruz. Es el signo no solo de la fe que abraza, sino también de la esperanza que nunca puede ser abandonada, porque necesitamos siempre de ella, sobre todo en los momentos de mayor necesidad.     

Al respecto, la parte inferior de la cruz que se alarga transformándose en un ancla y que se impone sobre el movimiento de las olas.  Es el ancla de la esperanza, que, a su vez, es el nombre que en la jerga marina se da al ancla de reserva usada por las embarcaciones para hacer maniobras de emergencia que permitan estabilizar la barca durante las tormentas.

La cruz no es estática, sino dinámica y se curva hacia la humanidad, saliendo a su encuentro y no dejándola sola, ofreciendo la certeza de la presencia y la seguridad de la esperanza. Se destaca, finalmente, con color verde el lema del jubileo 2025: “Peregrinantes in Spem” (“Peregrinos de esperanza”).

 

(6) Himno y oración de este jubileo.- El texto del himno ha sido preparado por Pierangelo Sequeri y musicalizado por Francesco Meneghello, ambos italianos. Los temas presentes en el himno son la creación, la fraternidad, la ternura de Dios y la esperanza.     El estribillo del himno es este: “Llama viva para mi esperanza, / que este canto llegue hasta ti, / seno eterno de infinita vida, / me encamino, yo confío en ti”.

La oración oficial del Jubileo 2025 reza así:  ”Padre,  que estás en el cielo,/ la fe que nos has donado en/ tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,/y la llama de caridad/ infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,/ despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino./  Tu gracia nos transforme/ en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio/ que fermenten la humanidad y el cosmos,/en espera confiada/de los cielos nuevos y de la tierra nueva,/cuando, vencidas las fuerzas del mal,/ se manifestará para siempre tu gloria. La gracia del Jubileo reavive en nosotros, / Peregrinos de Esperanza, / el anhelo de los bienes celestiales/ y derrame en el mundo entero/ la alegría y la paz/ de nuestro Redentor. / A ti, Dios bendito eternamente, / sea la alabanza y la gloria por los siglos. / Amén”.

 

(7) Epicentros jubilares.-  Por su misma identidad (jubileo romano, como ya se dijo antes, jubileo también ordinario y universal), la ciudad de Roma es el epicentro del jubileo. Y lo es singularmente en las cuatro basílicas papales, antes llamadas basílicas patriarcales o mayores (San Pedro del Vaticano, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán o el Salvador). Además, el Papa Francisco abrirá una puerta jubilar el 26 de diciembre en el Centro Penitenciario de Rebibbia, en las afueras de Roma.

También son templos jubilares todas las catedrales y concatedrales de la Iglesia y aquellos templos singulares que los obispos determinen en sus diócesis. En nuestro caso concreto, el obispo de Sigüenza-Guadalajara ha determinado que sean lugares jubilares la catedral de Sigüenza, la concatedral de Guadalajara y el Centro Diocesano de Acción Social y Caritativa “Casa Nazaret” de Guadalajara. Precisamente, la remodelación del edificio y la ampliación de los servicios (Cáritas, incluidos su comedor y albergue, Manos Unidas, Misiones, Migraciones, …) de Casa Nazaret, creada en 1995 en el número 9 de la Avenida de Venezuela de Guadalajara, fue el “hito social” de nuestra diócesis con ocasión del Gran Jubileo del Año 2000.

 

(8) La peregrinación.-  Como ya se puede deducir de todo lo anterior, para recibir las gracias jubilares es precisa la peregrinación. Ponerse en camino como expresión no solo de movilidad física, sino, sobre todo, de transformación de uno mismo, de salida en búsqueda de un encuentro, de una meta.

Etimológicamente, la palabra “peregrinación” significa “a través de los campos”, “cruce de fronteras, y es, de este modo, una experiencia de conversión mediante la cual se orienta la propia experiencia hacia Dios.

Una peregrinación, en suma, que es siempre una apuesta y hasta una aventura de encuentro y de descubrimiento con la creación, con otras personas, con uno mismo y con Dios. Una peregrinación que comienza ya con decisión de hacer el camino y se ponerse en él.

 

(9) La Puerta Santa.-  Leemos en el evangelio según San Juan: Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos (Juan 10, 9). La puerta, el entrar por la puerta santa, es quizás el signo más característico de los jubileos. La apertura solemne de esta puerta constituye el inicio oficial del año santo, al igual que su clausura se simboliza con el cierre de dicha puerta.

La meta de la peregrinación es llegar a los umbrales de esta puerta santa y poder atravesarla.  Su umbral es espacio de lo sagrado y comunión del bautizado con Cristo, es el lugar del encuentro y del diálogo, de la reconciliación y de la paz, que ansía todo peregrino.

Originariamente solo había puerta santa en la basílica lateranense de Roma (la catedral del Papa) y donde el 22 de febrero de 1300 el Papa Bonifacio VIII introdujo en la vida de la Iglesia los años jubilares. Pero, ante la afluencia tan creciente y numerosa de peregrinos, se decidió que las otras tres basílicas mayores de Roma (Santa María la Mayor, San Pedro en el Vaticano y San Pablo en la Vía Ostiense) también tuvieran sus respectivas puertas santas.

 

(10) Requisitos para recibir las gracias jubilares.-  El beneficio espiritual del Año Santo o Jubilar es el perdón de los pecados. Para lograrlo, el cristiano debe alcanzar la indulgencia plenaria, viviendo activamente el Jubileo y cumpliendo las disposiciones establecidas por la Santa Sede.

Se podrá diariamente alcanzar la indulgencia plenaria, cumpliendo las disposiciones establecidas por la Santa Sede: (1) Arrepentimiento por los pecados y deseo de conversión. (2) Peregrinación a un templo o lugar jubilar. (3) Orar por las intenciones del Papa y por el Año Jubilar (Padre Nuestro, Credo y Salve). (4) Recepción del sacramento de la confesión. (5) Recepción de la comunión sacramental. (6) Es también recomendable una obra de caridad o de misericordia.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 20 de diciembre de 2024

La oscura noche enamorada de San Juan de la Cruz

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Siempre en una oscura noche, a la par iluminada y enamorada, discurrió la vida de uno de los personajes principales de la historia cristiana, cuya fiesta es mañana

 

 

 

El 14 de diciembre es la memoria litúrgica de San Juan de la Cruz, sacerdote y religioso carmelita descalzo del siglo XVI. Es uno de los grandes santos de todos los tiempos del cristianismo y uno de los principales autores de literatura y de poesía de la entera historia de la literatura.

Su nombre se inserta entre los grandes santos de la llamada Reforma Católica tras la irrupción del protestantismo y entre los grandes autores y creadores literarios en lengua española.

Tal y como nos lo propone la liturgia de la Iglesia, en la oración oficial compuesta para su fiesta, San Juan de la Cruz es "modelo perfecto de la negación de sí mismo y del amor a la cruz". Su existencia -los 49 años de su vida, desde su más tierna infancia y hasta su muerte, casi en abandono- fueron una constante manifestación de la cruz y de la gracia. Cuando en 1568, al abrazar la reforma teresiana del Carmelo, tomó el nombre de fray Juan de la Cruz a buen seguro que no podía ni intuir siquiera hasta qué punto la cruz -y con ella, eso sí, la gracia- iba a estar presente en su periplo humano y cristiano.

 

 

"Dios es Todo"

El testimonio capital de San Juan de la Cruz, el principio fundamental de su vida y de su obra, fue hacer realidad que "Dios es Todo y las criaturas nada". Desde ahí, fray Juan de la Cruz buscó, por medio de la ascética, el desprendimiento afectivo de todo lo creado, y hasta lograrlo, la unión con Dios por medio del amor, ya en el estado místico de la contemplación.

De este modo, San Juan de la Cruz se convirtió en un ejemplo siempre actual de la primacía absoluta de Dios y de cómo las distintas dificultades y cruces de la vida -la "noche oscura"- son medios y caminos para servir y amar a Dios y a través de ese amor unitivo testimoniar a la humanidad la grandeza de Dios y de su Amor.

Acercarse ahora y siempre a San Juan de la Cruz es recorrer caminos de prueba y de admiración. Impresiona la crudeza de su existencia, fascina la belleza de su literatura e interpela lo evangélico de su testimonio.

Dios llama a cada uno a través de distintas vocaciones, estados y senderos. Y San Juan de la Cruz nos muestra uno de ellos, excelso y angosto: el de la sabiduría de Dios, cuya puerta es la cruz.

 

“Medio fraile" Juan de la Cruz

Entre el 24 de junio de 1542 y el 14 de diciembre de 1591, desde las tierras abulenses de Fontíveros a las serranías jienenses de Úbeda, discurre la vida de San Juan de la Cruz. Al poco de nacer murió su padre y la pobreza más extrema -"pobreza de solemnidad"- acompañó su infancia y juventud primera. A los 21 se hizo religioso y a los 25 fue ordenado sacerdote.

Castilla (Fontíveros, Arévalo, Medina del Campo, Salamanca, Valladolid, Duruelo, Mancera, Pastrana, Alcalá de Henares, Segovia, Toledo, Almodóvar del Campo) y Andalucía (Beas de Segura, Baeza, Granada, Sevilla, Úbeda) fueron los escenarios vitales de esta existencia de cruz y de gracia.

Formado en los Jesuitas, aprendió latín y retórica, disciplinas que fueron también importantes para su vida. Asimismo, estudió Teología con los carmelitas. Pronto conoció a Teresa de Jesús Cepeda y Ahumada y su vida austera y penitente pronto cambió, eso sí, bajo la sombra de luz y de gracia de la cruz que no cesa, mientras el fraile se adentraba en el amor de Dios y de sus manos pobres y de su corazón ardiente surgían los más bellos versos.

Ella, Santa Teresa de Jesús, con su gracejo habitual, definió al santo de Fontíveros como "medio fraile". Aludía a su fisonomía y aspecto exterior, siempre diezmado por la pobreza, las mortificaciones, las persecuciones externas e internas y los contratiempos. En carta al Rey Felipe II, la santa abulense escribía así de fray Juan: "Y este fraile, tan siervo de Dios, está tan flaco de lo mucho que ha padecido que temo por su vida". Y a unas monjas se lo recomendaba con estas palabras: "Ahí les mando al santo fray Juan de la Cruz. Trátenle con llaneza su alma en ese convento, como si yo mismo fuera, porque tiene espíritu de nuestro Señor".

Otro contemporáneo suyo, fray Eliseo de los Mártires, lo describía como "hombre de cuerpo mediano, de rostro grave y venerable, algo moreno y buena fisonomía. Su trato y conversación, apacible, muy espiritual y provechoso para quienes lo oían". De él escriben también los documentos de la época que era "parco en el comer y en el dormir, castigador constante de su cuerpo en duras y prolongadas disciplinas, víctima de constantes persecuciones que le llegaban al alma, estaba delgado y macilento".

 

Su obra literaria y espiritual

Considerado como uno de los principales escritores de toda la historia de la literatura -particularmente de la poesía-, es autor de cuatro grandes libros y de otros varios escritos cortos. El primero de ellos en el tiempo es "Subida al Monte Carmelo". Escrito entre 1587 y 1585, consta, a su vez, de tres libros. Es su obra de carácter ascético. Versa sobre la llamada purificación activa, esto es, lo que debe hacer el alma para vaciarse de todo lo que no es Dios a fin de que Dios la llene de Él. En esta obra, el santo expone su conocida doctrina sobre las "nadas".

"Noche oscura" es su segunda gran obra, compuesta de dos libros. Versa sobre las purificaciones pasivas que el alma debe sufrir paralelamente a las que puede realizar ella misma para llegar a la unión mística con Dios. En este sentido, "Noche oscura" es una obra ya a medio camino entre la ascética y la mística. El mismo San Juan de la Cruz, que consagró este término de Noche oscura, la define como "las terribles pruebas que Dios envía al hombre para purificarlo". La entera vida de San Juan de Cruz fue una continua noche oscura.

"Cántico espiritual" es la más bella de todas sus obras y una de las cumbres de la lírica de todos los tiempos. Según Marcelino Menéndez Pelayo, "es la mejor poesía lírica que tenemos en castellano". Se trata, en efecto, de un sublime comentario a cuarenta estrofas poéticas compuestas por el mismo en la cárcel de Toledo, de donde se escapó con la primera redacción de treinta y una de estas estrofas. "Cántico espiritual" es un hermosísimo comentario al libro del Antiguo Testamento "Cantar de los Cantares". Su tema son las ya relaciones amorosas entre Dios y el alma, desde el comienzo de la vida espiritual hasta la unión transformativa o matrimonio espiritual". En 1977, Amancio Prada puso música al "Cántico espiritual", con su voz acompañada únicamente de guitarra, violín y violonchelo. Es una bellísima recreación de uno de los libros poéticos más admirables de toda la historia.

Ya plenamente de carácter místico es "Llama de amor viva", comentario a cuatro espléndidas estrofas en las que el alma transformada canta la grandeza y la sublimidad del estado al que ha sido elevada por Dios. Por último, San Juan de la Cruz es autor de otros escritos cortos como "Cautelas", "Avisos a un religioso para alcanzar la perfección" y "Dichos de luz y de amor".

Las fuentes doctrinales y literarias de San Juan de la Cruz se nutren, sobre todo, de la Sagrada Escritura. Según el gran poeta contemporáneo Dámaso Alonso, uno de los grandes conocedores del santo, el libro bíblico "Cantar de los Cantares", la poesía culta italianizante del primer Renacimiento y la poesía popular y del cancionero del Renacimiento español constituyen las fuentes en las que bebe y, a su vez, fecunda San Juan de la Cruz, cuyo nombre está incluido en el Catálogo oficial de autoridades de la Real Academia Española de la Lengua.

Junto al ya citado Amancio Prada, los versos de San Juan de la Cruz han sido objeto recientes de otras bien hermosas recreaciones musicales como las levadas a cabo por Sonnia Rivas-Caballero y Belén Yuste, autoras de "Coloquio de amor", y por Carmelo Bernaola, quien en 1991 compuso la cantata "Mística sobre versos de San Juan de la Cruz".

 


Cronología esencial de San Juan de la Cruz

1542: Juan de Yepes y Álvarez nace el día 24 de junio en Fontíveros (Ávila).

1563: En Medina del Campo (Valladolid), ingresa en la Orden los Padres Carmelitas. Toma el nombre religioso de fray Juan de Santo Matías.

1567: Es ordenado sacerdote.

1568: Se une a la Santa Teresa de Jesús en la reforma del Carmelo. El 28 de noviembre de aquel año funda en Duruelo (Ávila) el primer convento masculino del Carmelo Descalzo. Cambia su nombre religioso por el de fray Juan de la Cruz.

1577-1578: Fray Juan de la Cruz es recluido en la prisión conventual de los Carmelitas Calzados de Toledo. Comienza a escribir "Cántico Espiritual".

1578: Comienza su ministerio en Andalucía.

1590: Es destituido de todos sus cargos.

1591: En la noche del 13 al 14 de diciembre, fallece en el Carmelo Descalzo de Úbeda (Jaén). Tras varias disputas, sus reliquias -cuerpo incorrupto- se trasladan a Segovia.

1657: Es beatificado por el Papa Clemente X.

1726: Es canonizado por el Papa Benedicto XIII.

1926: Es declarado doctor de la Iglesia por el Papa Pío X.

1952: Es proclamado patrono de los poetas españoles y de los escritores católicos

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 13 de diciembre de 2024

Luces de Adviento

Por Alfonso Olmos Embid

(Director de la Oficina de Información)

 

 

 

 

 

 

Llama la atención, que una sociedad tan secularizada como la nuestra, esté tan pendiente y expectante ante la iluminación navideña de nuestras calles y plazas. Personalmente pienso que todo ayuda a la celebración social del nacimiento del Señor. No obstante, creo que se adelantan en exceso los acontecimientos por razones comerciales y turísticas.

Antes de encender en todas las iglesias la primera vela de la Corona de Adviento, dando así inicio al tiempo de preparación litúrgica y espiritual para la celebración del nacimiento de Jesús, ya se había llevado a cabo, en muchas ciudades, el encendido solemne de la iluminación festiva.

Adelantamos los acontecimientos sin necesidad. Es imposible, socialmente hablando, llevar el ritmo adecuado para la celebración de los distintos hitos eclesiales.  Si atendemos a una razón litúrgica es un despropósito.

Vivamos los ritmos adecuadamente. Que las luces de la calle no desluzcan las de la Iglesia. Que el consumismo desaforado no apague nuestro recogimiento en este tiempo de preparación. Las luces del Adviento nos van anunciando, durante cuatro semanas, lo que cada una representa: el espíritu de vigilia y de espera, la presencia de Dios entre nosotros, la esperanza y la alegría por la cercanía del nacimiento de Cristo.

Caminando en Esperanza

José González Vegas

Delegación de Piedad Popular, Hermandades y Cofradías

 

 

Se ha celebrado en Sevilla, entre los días 4 y 8 de diciembre, el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular bajo el lema “Caminando en Esperanza”, que ha reunido a casi dos mil congresistas de cuatro continentes, contando entre ellos con una amplia representación de la Delegación de Piedad Popular Cofradías y Hermandades de la Diócesis de Sigüenza – Guadalajara.

En este Congreso que se ha celebrado cinco lustros después del anterior, se ha hecho, en palabras del señor arzobispo de Sevilla, Monseñor José Ángel Sáinz Meneses, una “audaz renovación de la mirada, como el modo concreto de las hermandades y cofradías para llegar a ser fermento en el mundo contemporáneo”, con el que se observa el mundo de las Cofradías y Hermandades, y en sí, el mundo cofrade. Se ha comprobado que nos hemos encontrado ante un espacio de diálogo fructífero y crecimiento mutuo.

El congreso ha contado con la participación como ponentes de prestigiosos expertos conocedores de los temas que se han tratado. Tal es el caso de: Excmo. y Rvdmo. Monseñor Salvatore Fisichella (Prefecto del Dicasterio para la Evangelización), S.E.R. Cardenal Kevin Joseph Farrell (Prefecto del Dicasterio de Familia y Vida), profesor Dr. D. Darío Vitali (Pontificia Universidad de Roma), S.E.R. Cardenal Marcelo Semeraro (Prefecto del Dicasterio para las causas de los Santos), S.E.R. Cardenal José Tolentino de Mendoza (Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación), Rvdo. D. Carlos Galli (Pontificia Universidad Católica Argentina), etc…

El Congreso se ha dividido en cuatro “líneas de fuerza”: “Encuentro, Reflexión, Contemplación y Compromiso”, que han aportado siete conclusiones prácticas.

Encuentro.- El congreso ha sido un espacio de encuentro, en el que se ha procurado el acercamiento a Dios en la Iglesia. La primera actitud que permite reflejar la imagen de Cristo en el seno de las hermandades y cofradías es la fraternidad, antídoto frente al aislamiento contemporáneo, que permite superar además toda forma de soledad. La pertenencia a una cofradía o hermandad no es algo aleatorio, sino un hecho que está íntimamente ligado a la pertenencia familiar, primer ámbito de anuncio de la fe para los hijos. Por ello, las cofradías no son simples sociedades de ayuda mutua o asociaciones filantrópicas.

Reflexión.- Este ejercicio intelectual ha aportado luces para el presente, pero será ante todo una hoja de ruta para el futuro. Se ha partido de los tres pilares de las reglas de las hermandades – liturgia y culto, la permanente llamada a la formación y la hermandad como casa de caridad – para destacar, a la luz de las ponencias escuchadas, que hay cuatro perspectivas a considerar: la antropologíca, la histórica, la teológica y la eclesiológica.

Las ponencias han resaltado con claridad dos grandes proyecciones que emergen como ejes fundamentales de la reflexión: “la evangelización y la identidad de las hermandades”. Por un lado, se ha profundizado en cómo las hermandades, desde su rica tradición espiritual, están llamadas a ser instrumentos eficaces de anuncio del Evangelio, testimoniando una fe que es celebrada, vivida y compartida. Por otro lado, se ha subrayado la importancia de reafirmar su identidad, entendida como un espacio de comunión y fraternidad en el que confluyen devoción, formación, compromiso pastoral y acción caritativa. El desafío de la evangelización en la actualidad implica no solo humanizar la tecnología, sino también redescubrir la maravilla ante la belleza como vía privilegiada para el encuentro con Dios. El cofrade que emerge de las reflexiones de este congreso se define como “un discípulo misionero, de profunda espiritualidad y sólida formación”.

Contemplación.- En una sociedad acelerada que a menudo deja poco lugar para el silencio y la meditación, es fundamental la contemplación. La “mirada”, a través de las imágenes, atravesando de parte a parte el impacto de su sensibilidad, alcanza su plenitud cuando se abre a un fenómeno que la desborda, pero en el que paradójicamente reconoce su identidad y su propia meta. La “mirada” – tocada por la presencia de lo trascendente,  al que no puede someter a su control o a su interpretación– se dispone entonces para la acogida de un don, en el marco de una experiencia auténtica de asombro y de respeto. La imagen, a través de la veneración, debe ser atravesada por la mirada, como respuesta a una primera mirada, la que procede del mismo Dios. Hay que cuidar, aludiendo al Papa Francisco “que nunca se pierda de vista la ‘carne’ de Jesucristo, esa carne hecha de pasiones, emociones, sentimientos, relatos concretos, manos que tocan y sanan, miradas que liberan y animan; de hospitalidad, perdón, indignación, valor, arrojo. En una palabra, de amor”.

Compromiso.- La piedad popular debe traducirse en obras concretas de amor y servicio con las que anunciar la Buena Noticia. En este apartado se ha subrayado que las hermandades “arraigadas en sus comunidades de fe, tienen una responsabilidad clave en la evangelización y en la dimensión caritativa y social de la Iglesia”. Esta cuarta línea de fuerza ha puesto de relieve la misión y el compromiso social de las hermandades, “entendidos como una respuesta concreta a las necesidades de los más vulnerables, pero, sobre todo, como una llamada directa a la conversión y a la santificación personal de sus miembros”. Este compromiso social, lejos de ser una acción aislada, se presenta como “una dimensión intrínseca a la espiritualidad de las hermandades”. Así, la acción social “no responde principalmente a las demandas externas”, sino que es una oportunidad para que “las hermandades encarnen de manera concreta el Evangelio, viviendo una fe que es al mismo tiempo veneración y compromiso con la realidad”.

El congreso nos recuerda que “las hermandades están llamadas a ser escuelas de santidad, donde cada gesto de servicio y cada proyecto caritativo son una invitación a crecer en virtud, a fortalecer los lazos de fraternidad y a caminar juntos hacia la plenitud de la vida cristiana”. También están llamadas “a desempeñar un papel fundamental en la construcción del Reino de Dios”, en un tiempo marcado por el individualismo y la fragmentación social, “las hermandades y cofradías ofrecen un modelo de comunión y fraternidad que responde a las necesidades profundas de pertenencia y encuentro humano”. Las hermandades, en suma, se convierten en “depositarias de una rica tradición, pero también en protagonistas activas de una evangelización que mira hacia el futuro, construyendo puentes entre la fe y la vida, y siendo reflejo de una Iglesia en salida, al servicio de la humanidad”. Para acabar con esta línea de fuerza se proclamó que “Es la hora de un nueva ‘imaginación de la caridad’, que promueva no tanto y no sólo la eficacia de las ayudas prestadas, sino la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre, para que el gesto de ayuda sea sentido no como limosna humillante, sino como un compartir fraterno”. Este planteamiento convierte a las hermandades en “casas de caridad”.

 

 

Las siete conclusiones prácticas se resumieron en lo siguiente.

La primera de ellas se resume en el redescubrimiento de la mirada transformadora de Dios: “Encuentro con Dios y contemplación”. “Este Congreso ha mostrado que la piedad popular ofrece un espacio privilegiado para el encuentro con Dios, en el que la veneración de las imágenes, pero, sobre todo, el ejercicio de la litúrgia, propicia un verdadero cruce de miradas trascendental”.

En segundo lugar, comunión y sinodalidad, ha subrayado que “las hermandades y cofradías han de ser un reflejo vivo de la comunión eclesial, enraizada en Cristo”. Aquí se habló de “casas y escuelas de comunión que testimonian el Amor de Dios, su esencia radica en la construcción de lazos de fraternidad, tanto entre los hermanos, como con las otras hermandades, la parroquia, la Diócesis, la Iglesia universal, de la que son parte activa.

La tercera conclusión, el misterio divino, se resume en el “misterio divino como fuente de la santificación”, destacando que la liturgia es “el acto de alabanza que hace posible el crecimiento en la santidad y la comunión eclesial, enraizada en Cristo.

La cuarta conclusión práctica, misión y testimonio, se resume en la necesidad de “ser fermento en medio del mundo”. Más concretamente, alude a un “testimonio valiente” del Evangelio en la sociedad contemporánea. Este testimonio, auténtico primer anuncio de la fe, ha de manifestarse visiblemente en una vida que anuncie el mensaje de salvación con el ejemplo cotidiano y la palabra oportuna, con la coherencia de vida .

En quinto lugar, hacer presente el amor de Dios en medio de su pueblo, y responder a las necesidades actuales requiere “una nueva imaginación de la caridad, que ponga en juego la ayuda material a los más pobres, junto con la fraternidad y el reconocimiento de la dignidad personal”. La caridad es un rasgo distintivo de las hermandades, que, como se ha señalado en este Congreso, son, de tantos modos, hogares acogedores para los más vulnerables. Responder a las necesidades actuales requiere una nueva imaginación de la caridad, que ponga en juego la ayuda material a los más pobres, junto con la fraternidad y el reconocimiento de la dignidad personal.

La formación en las hermandades es la sexta conclusión. Este compromiso formativo es determinante para que los hermanos vivan su vocación y puedan fortalecer su identidad eclesial y el sentido de su misión. De hecho, ha quedado también de manifiesto cómo “la formación cristiana debe ser una prioridad en las hermandades”.

La última conclusión práctica conmina a hacer un observatorio de piedad popular, es preciso impulsar la creación de un observatorio como espacio de estudio y reflexión permanente sobre la piedad popular. Este foro interdisciplinar está llamado a continuar el análisis de la riqueza espiritual de las hermandades, a identificar los retos y los desafíos contemporáneos y a diseñar propuestas pastorales que fortalezcan su papel evangelizador en la Iglesia.

Un último pensamiento cerró el congreso; “ante las imágenes de nuestra devoción, también nosotros nos sentimos mirados, pues no son meras pantallas, sino que, en ellas, es Dios mismo quien cruza su viva mirada con la nuestra, hasta el punto de que somos vistos por el Señor, alcanzados por el milagro de su Vida, de su Carne”.

Para finalizar el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular se celebró una procesión con las principales devociones de Sevilla y su provincia a la que asistieron más de un millón de personas.

                      Parte de los miembros de la delegación de Guadalajara en el Congreso.

 

Oraciones del Papa Francisco ante la Inmaculada

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Oh, María Inmaculada, necesitamos tu mirada, tu corazón, tus manos y tus pies inmaculados, reza el Papa Francisco en una de estas plegarias

 

 

 

 

Todos los años, desde 1958 con Juan XXIII (desde hacía cinco años antes, el Papa Pío XII enviaba para la ocasión una canasta de flores), los papas acuden, en torno a las cuatro de la tarde del 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, a la Plaza de España de Roma para presentar una ofrenda floral al monumento allí erigido a la Inmaculada, que es elevado hasta la imagen mariana (de casi doce metros de altura) por miembros de la Asociación de Bomberos Romanos, y para rezar una oración.

 

Monumento romano a la Inmaculada en la Plaza de España

La columna de la Inmaculada Concepción es un monumento de la mitad del siglo XIX que representa a la Santísima Virgen María en el centro de Roma, situado en la llamada Piazza Mignanelli, en la parte sureste de la Plaza de España. Fue colocada frente al Palacio de Propaganda Fide, histórica sede de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, así como frente a la sede la Embajada de España ante la Santa Sede, como reconocimiento por parte del Pontífice a la defensa que esta nación (España) siempre ha hecho del dogma de fe de la Inmaculada Concepción.

El monumento mariano fue diseñado por el arquitecto Luigi Poletti, y encargado por Fernando II, rey de las Dos Sicilias. La columna fue inaugurada el 8 de diciembre de 1857, celebrando el  entonces recientemente adoptado dogma de la Inmaculada Concepción de 1854. El dogma fue proclamado ex cathedra a través de la bula papal “Ineffabilis Deus” del Papa Pío IX.

La estructura es una base cuadrada de mármol con estatuas de figuras bíblicas en las esquinas que sostienen una columna de mármol cipollino de 11,8 metros. La columna corintia fue esculpida en la antigua Roma y descubierta el 17 de septiembre de 1777 durante la construcción del monasterio benedictino de Santa María de la Concepción en el Campo de Marte.

 

 

Encima de la columna hay una estatua de bronce de la Virgen María, obra de Giuseppe Obici. Se utiliza la imagen estándar de la Inmaculada Concepción: una virgen sobre una media luna, en lo alto del mundo, pisoteando una serpiente (símbolo de satanás y del pecado original heredado por todos los humanos desde Adán y Eva; excepto María).

La base de mármol presenta cuatro bajorrelieves que recuerdan la Anunciación, el sueño de San José, la coronación de la Virgen y la promulgación de este dogma mariano. En la base. hay cuatro estatuas de figuras hebreas que presagiaban el nacimiento virginal de Jesús, cada una acompañada de una cita de un versículo bíblico en latín, que incluye al patriarca Moisés, al rey David y a los profetas Isaías y Ezequiel.

Como singularidad, en 1922, se levantó una réplica de la columna en el campus de la Universidad de Saint Mary of the Lake en Mundelein, Illinois, Estados Unidos.

 

Oraciones del Papa Francisco ante la Inmaculada

Fiel a la tradición descrita, el Papa Francisco ha ido también a Plaza de España a presentar su ofrenda y su oración ante la Inmaculada. A causa de la pandemia, en los años 2020 y 2021 la visita del Papa fue privada y no hubo oración.        

Estas son las oraciones de los dos últimos años pronunciadas por el Papa Francisco en este lugar y en esta fiesta.

 

8 de diciembre de 2023

¡Virgen Inmaculada!

Acudimos a ti con el corazón dividido entre la esperanza y la angustia.

¡Te necesitamos, Madre nuestra!

Pero antes que nada queremos agradecerte,

porque en silencio, como es tu estilo, vigilas esta ciudad,

quien hoy te envuelve en flores para decirte su amor.

En silencio, día y noche, velas por nosotros:

en las familias, con alegrías y preocupaciones –tú lo sabes bien-;

en lugares de estudio y trabajo; sobre instituciones y oficinas públicas;

en hospitales y residencias de ancianos; sobre prisiones; sobre los que viven en la calle; sobre las parroquias y todas las comunidades de la Iglesia de Roma.

Gracias por tu presencia discreta y constante, que nos da consuelo y esperanza.

 

Lo sabes bien: te necesitamos, madre,

porque eres la Inmaculada Concepción.

Tu persona, el hecho mismo de existir.

nos recuerda que el mal no tiene ni la primera ni la última palabra;

que nuestro destino no es la muerte sino la vida,

no es odio sino hermandad, no es conflicto sino armonía,

no es guerra sino paz.

Mirándote nos sentimos confirmados en esta fe

que los acontecimientos a veces ponen a prueba.

Y tú, Madre, vuelve tus ojos de misericordia

a todos los pueblos oprimidos por la injusticia y la pobreza,

juzgado por la guerra: Madre, mira al atormentado pueblo ucraniano,

al pueblo palestino y al pueblo israelí,

volvió a hundirse en la espiral de violencia.

 

Hoy, Madre Santa, traemos aquí, bajo tu mirada,

a tantas madres que, como te pasó a ti, están en duelo.

Madres que lloran a sus hijos asesinados por la guerra y el terrorismo.

Las madres que los ven partir en viajes de esperanza desesperada.

Y también las madres que intentan liberarlos de las ataduras de la adicción, y los que velan por ellos en una larga y dura enfermedad.

 

Hoy, María, te necesitamos como mujer,

para confiarte a todas las mujeres que han sufrido violencia

y aquellos que todavía son víctimas de ello,

en esta ciudad, en Italia y en todas partes del mundo.

Los conoces uno por uno, conoces sus caras.

Seca, por favor, sus lágrimas y las de sus seres queridos.

Y ayúdanos a seguir un camino de educación y purificación,

reconocer y contrarrestar la violencia anidada

en nuestros corazones y mentes y pidiendo a Dios que nos libre de ello.

 

Muéstranos de nuevo, oh Madre, el camino de la conversión,

porque no hay paz sin perdón

y no hay perdón sin arrepentimiento.

El mundo cambia si los corazones cambian;

y todos deben decir: empezando por el mío.

Pero solo Dios puede cambiar el corazón humano.

con su gracia: aquella en la que tú, María,

quedaste inmersa desde el primer momento.

La gracia de Jesucristo, nuestro Señor,

que generaste en la carne,

que murió y resucitó por nosotros, y que tú siempre nos señalas.

Él es salvación, para todo hombre y para el mundo.

¡Ven, Señor Jesús!

¡Que venga tu reino de amor, justicia y paz! Amén.

 

 

8 de diciembre de 2022

Madre nuestra Inmaculada,

hoy el pueblo de Roma se reúne a tu alrededor.

Las flores puestas a tus pies

por tantas realidades de esta ciudad

expresan su amor y devoción por ti,

que velas por todos nosotros.

Y que ves y acoges también

esas flores invisibles que son tantas invocaciones,

tantas súplicas silenciosas, a veces sofocadas,

ocultas, pero no para ti, que eres Madre.

 

Después de dos años en los que he venido

a rendirte homenaje a solas al amanecer,

hoy vuelvo a ti con el pueblo,

la gente de esta Iglesia, la gente de esta ciudad.

Y te traigo las gracias y súplicas

de todos tus hijos, cercanos y lejanos.

 

Tú, desde el Cielo donde Dios te ha acogido,

ves las cosas de la tierra mucho mejor que nosotros;

pero como Madre escuchas nuestras invocaciones

para presentárselas a tu Hijo

a su Corazón lleno de misericordia.

 

Ante todo, te traigo el amor filial

de innumerables hombres y mujeres, no solo cristianos,

que siente por ti inmensa gratitud

por tu belleza toda gracia y humildad:

porque en medio de tantas nubes negras

eres un signo de esperanza y consuelo.

 

Te traigo las sonrisas de los niños

que aprenden tu nombre delante de tu imagen,

en brazos de sus madres y abuelas,

y empiezan a conocer

que tienen también una Madre en el Cielo.

Y cuando, en la vida, sucede que esas sonrisas

dan paso a las lágrimas,

¡qué importante es haberte conocido,

haber tenido el don de tu maternidad!

 

Te traigo la gratitud de los mayores y los ancianos:

una gratitud acorde con sus vidas,

tejida de recuerdos, de alegrías y penas,

de logros que conocen bien

que han conseguido con tu ayuda,

teniendo su mano en la tuya.

 

Madre, te traigo las preocupaciones de las familias

de padres y madres que a menudo luchan

para llegar a fin de mes

y afrontan día a día

pequeños y grandes retos para salir adelante.

En particular, te encomiendo a las parejas jóvenes,

que mirándote a ti y a san José

afrontan la vida con valentía

confiando en la Providencia de Dios.

 

Te traigo los sueños y las angustias de los jóvenes,

abiertos al futuro, pero frenados por una cultura

rica de cosas y pobre de valores,

saturada de información y carente de educación,

persuasiva en el engaño y despiadada en la decepción.

Te encomiendo especialmente a los jóvenes

más afectados por la pandemia,

para que poco a poco vuelvan

a agitar y desplegar sus alas

y redescubrir el placer de volar alto.

 

Virgen Inmaculada, hubiera querido hoy

traerte el agradecimiento del pueblo ucraniano

por la paz que llevamos tanto tiempo pidiendo al Señor.

En cambio, aún tengo que traerte la súplica

de los niños, de los ancianos,

de los padres y madres, de los jóvenes

de esa tierra martirizada, que tanto sufre.

Pero en realidad todos sabemos

que estás con ellos y con todos los que sufren,

como estuviste junto a la cruz de tu Hijo.

 

¡Gracias, Madre nuestra!

Mirándote a ti, que estás libre de pecado

podemos seguir creyendo y esperando

que sobre el odio venza el amor,

que la verdad prevalezca sobre la mentira

que sobre la ofensa prevalezca perdón,

que sobre la guerra prevalezca la paz. ¡Que así sea!

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 6 de diciembre de 2024



 

Articles Most Read

Información

Obispado en Guadalajara
C/ Mártires Carmelitas, 2
19001 Guadalajara
Teléf. 949231370
Móvil. 620081816
Fax. 949235268

Obispado en Sigüenza
C/Villaviciosa, 7
19250 Sigüenza
Teléf. y Fax: 949391911

Oficina de Información
Alfonso Olmos Embid
Director
Obispado
C/ Mártires Carmelitas, 2
19001 Guadalajara
Tfno. 949 23 13 70
Fax: 949 23 52 68
info@siguenza-guadalajara.org

 

BIZUM: 07010

CANAL DE COMUNICACIÓN

Mapa de situación


Mapa de sede en Guadalajara


Mapa de sede en Sigüenza

Si pincha en los mapas, podrá encontrarnos con Google Maps