En las vísperas del Día de la Iglesia Diocesana, el 4 de noviembre concretamente, el Obispado acogió la publicación y entrega de premios del III Concurso de Ideas para la Autofinanciación de la Iglesia que organiza la Comisión Diocesana para el Sostenimiento de la Iglesia. El obispo, monseñor Julián Ruiz Martorell, presidió el acto de la entrega de los premios, iniciativa que busca fomentar la creatividad y la implicación de las comunidades en la sostenibilidad económica diocesana.

El primer premio, dotado con 1.000 euros, fue concedido a Andrés Marín Rodríguez por su propuesta Festivales gastronómicos, idea para promover la convivencia y generar recursos mediante mesas gastronómicas en las fiestas más significativas de cada entidad.

El segundo premio, con una dotación de 500 euros, recayó en la Parroquia del Santísimo Sacramento de Guadalajara por su proyecto Oración y tradición, una propuesta que combina espiritualidad y patrimonio con la realizando de encajes de bolillos y adornos de velas por las personas que acuden al rosario o a otro rezo en la parroquia.

El domingo 16 de noviembre la comunidad parroquial de la Beata María de Jesús se reunió para celebrar la festividad de su patrona. Aunque la fiesta litúrgica tiene lugar el 13 de septiembre, al coincidir con las ferias de Guadalajara, la celebración parroquial se traslada al domingo más cercano a la fecha de su beatificación, el 14 de noviembre.

En un clima de fraternidad y sentido de familia se celebró la Eucaristía, en la que se invitó a vivir sin miedo, reconociendo a Dios providente que acompaña nuestro camino. A la luz de la Palabra y del testimonio de la Beata María de Jesús, se animó a la comunidad a perseverar en la bondad y a mantener un testimonio firme incluso en medio de las dificultades.

Tras la celebración, la imagen de la Beata recorrió en procesión las calles del barrio, acompañada por numerosos fieles y por todos los grupos parroquiales.

El día concluyó con un ágape fraterno en los salones parroquiales, un momento para compartir, saludarse y disfrutar de un ambiente alegre, acompañado de música y de un animado espacio de convivencia.

La fiesta estuvo precedida por un triduo de preparación celebrado en los días anteriores. Además, las celebraciones continuarán a lo largo de este mes de noviembre: el sábado 22 se celebrará la Eucaristía en honor a Santa Cecilia y, a las ocho de la tarde, tendrá lugar un concierto del grupo “Profetas del Blues”. El domingo 23, al finalizar la Misa, se realizará en los salones parroquiales un bingo solidario a favor del Proyecto Esperanza de las Hermanas Adoratrices.

El 22 de noviembre es la memoria de santa Cecilia, virgen y mártir, la patrona de la música. Es especialmente celebrada con actos religiosos y algún concierto en Guadalajara, Sigüenza, Hiendelaencina, Brihuega, Sacedón, Pastrana y Molina, entre otros lugares.

Ya es tradicional la cita musical enn honor de santa Cecilia que organiza la Delegación de Apostolado Seglar y Nueva Evangelización en el templo de Santiago Apóstol de Guadalajara. También este año con el formato de concierto-oración, será a las 20:30 horas del viernes 21. Lo protagonizarán el Grupo de Gaitas As Portelas de Zamora, el Dúo Arcángel y, al órgano, Ignacio Olalla.

Y en el mismo templo, el sábado 22 habrá otro concierto, en este caso organizado y protagonizado por dos grupos de músicos cofrades: la Agrupación Musical Amor y Paz, de Guadalajara, y la Agrupación Musical Pasión y Muerte, de Ajalvir.

La memoria de santa Cecilia aporta también un concierto más en la parroquia de la Beata María de Jesús, que durante este mes vive un programa de actos por la fiesta de su titular. Tendrá lugar a las ocho de la tarde del sábado 22, depués de la misa en honor de la patrona de la música y lo protagonizará el grupo “Profetas del Blues”.

Los pasados viernes 14 y sábado 15 de noviembre, el Seminario de Sigüenza acogió la convivencia Salva-2 una iniciativa organizada por las Delegaciones de Juventud y Vocaciones. El encuentro se enmarca dentro de las convivencias habituales y ya tradicionales que ambas delegaciones programan cada año para el acompañamiento y crecimiento espiritual de los jóvenes.

En esta ocasión participaron 70 chicos procedentes de distintos lugares de la diócesis, que compartieron dos días de reflexión, convivencia y alegría. A través de dinámicas, momentos de oración y diferentes juegos, los jóvenes profundizaron en el lema central de la convivencia: descubrir cómo Dios nos salva del pecado y nos salva para una misión.

El ambiente fraterno, la participación activa de los asistentes y la implicación de los catorce monitores que les acompañaron  hicieron de la convivencia una experiencia significativa para todos, invitando a los jóvenes a abrir el corazón a la acción de Dios y a discernir la misión a la que cada uno está llamado.