El Catecumenado, como institución diocesana que depende directamente de la misión del Obispo, se convierte en el proceso ordinario para aquellas personas, ya sean adultas, jóvenes o niños en edad catequética o escolar, que piden el Bautismo.
Para informar, orientar, acompañar y llevar a cabo todo el itinerario catequético-litúrgico, existe el departamento Diocesano para el Catecumenado, que está al servicio de los sacerdotes y las personas que acompañan a los que piden el Bautismo.
La breve experiencia del Catecumenado en nuestra diócesis, nos dice que verdaderamente es un don de Dios para las comunidades diocesanas y parroquiales, acoger con generosidad esta nueva oportunidad que el Señor y la Iglesia nos ofrece a través del Catecumenado.
El camino a recorrer ante la petición del Bautismo, por parte de jóvenes y adultos es el siguiente:
- Petición del Bautismo al sacerdote de la parroquia, que acoge la petición.
- Contactar con el delegado de catequesis, el cual, de acuerdo con el sacerdote, propone el proceso a seguir.
- El proceso catequético-litúrgico y la celebración de los sacramentos de la Iniciación Cristiana tienen lugar en el grupo diocesano o en la propia parroquia.
- El retiro de preparación al rito de Elección, el mismo rito de Elección y la clausura del proceso catecumenal son momentos comunes a todos los catecúmenos neófitos de la diócesis.