LEMA Y PRESENTACIÓN
“Testigos de la esperanza y la alegría” es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que se celebra el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo. Un día para mirar “a la vida consagrada y a cada uno de sus miembros como un don de Dios a la Iglesia y a la humanidad. Juntos damos gracias a Dios por las Órdenes e Institutos religiosos dedicados a la contemplación o a las obras de apostolado, por las Sociedades de vida apostólica, por los Institutos seculares, por el Orden de las vírgenes, por las Nuevas Formas de vida consagrada y por otros grupos de consagrados, como también por todos aquellos que, en el secreto de su corazón, se entregan a Dios con una especial consagración”, recuerda el presidente de esta Comisión, Mons. Vicente Jiménez Zamora.
CELEBRACIÓN EN LA DIÓCESIS
Con motivo del bicentenario de la fundación de los Hermanos Maristas la celebración de la Jornada de la Vida Consagrada en la diócesis tendrá lugar en el Colegio que los Maristas tienen en Guadalajara. La eucaristía será presidida por el obispo diocesano, Mons. Atilano Rodríguez Martínez, el día 2 de febrero a las 6,30 de la tarde en el claustro del citado colegio.
SUBSIDIO LITÚRGICO
Monición de entrada
Queridos hermanos: celebramos hoy la fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo. A los 40 días del nacimiento del Hijo de Dios en Belén, la Virgen María y su esposo san José, entraron en el Templo llevando al pequeño Jesús en sus brazos para presentarlo y ofrecerlo al Dios Altísimo. También nosotros, 40 días después de haber celebrado la Navidad, nos presentamos en el Templo para renovar nuestra ofrenda al Señor, presididos por nuestro Obispo diocesano. El lema de esta Jornada de la Vida Consagrada, “Testigos de la esperanza y de la alegría”, nos recuerda a todos los consagrados el valor del testimonio para infundir la esperanza en los corazones y confesar la alegría de la salvación que nos ha alcanzado en Jesucristo. Celebremos con gozo la Santa Eucaristía, presididos por nuestro Obispo, Padre y Pastor de esta Iglesia particular, y salgamos al encuentro del Señor, que viene a iluminar nuestra vida para que también nosotros, en su Nombre, seamos con Cristo, por Cristo y en Cristo, luz del mundo.
Acción de gracias por la consagración
[Acabada la homilía, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada hacen su particular ofrenda de acción de gracias por su consagración en el seguimiento de Cristo y en la misión de la Iglesia.]
El Celebrante:
Hermanos y Hermanas: En esta fiesta de la Presentación del Señor, agradecemos a Dios nuestra vocación consagrada, suscitada en la Iglesia como una luz que el Padre ha puesto en el candelero, para que alumbre a todos los de la Casa. Los diversos carismas y las distintas formas de consagración son expresión de la múltiple gracia con que Dios ha querido embellecer a su Iglesia. Hoy agradecemos a Dios y a la Iglesia, la vocación recibida en el seguimiento de Cristo pobre, casto y siempre obediente al Padre.
(Todos oran en silencio durante algún tiempo)
El Celebrante:
Bendito eres, Señor, porque por tu Espíritu has llamado a hombres y mujeres para que, consagrados a Ti, sean en la Iglesia manifestación viva del seguimiento de Jesucristo, imitándole en todo. Por ello ¡te glorificamos!
Cantor:
Gloria a Ti, por los siglos.
Asamblea:
Gloria a Ti, por los siglos.
Lector 1º
Te glorificamos, Padre, porque en tu Hijo Jesús nos has mostrado el camino del amor sin medida por medio del servicio solícito y generoso. Cristo ha hecho de Tu voluntad su alimento y su descanso, su fortaleza y su alegría.
Lector 2º
Gracias, Padre, por habernos querido asociar íntimamente a este misterio de Obediencia filial en Cristo. La Virgen María, Sierva obediente de Dios, nos precede en la sincera acogida de tu Voluntad; como hijos suyos renovamos el espíritu de obediencia en el seno de tu Iglesia.
Asamblea:
Gloria a Ti, por los siglos.
Lector 1º
Te glorificamos, Padre, porque en Cristo, nuestro Dios y Señor, nos has dado la Verdad de tu Amor. Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su Pobreza, nos ha mostrado la bienaventuranza evangélica reservada para los mansos y humildes de corazón, los pobres de espíritu, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, los perseguidos y los que sufren a diario por causa de tu Reino.
Lector 2º:
Gracias, Padre, por Cristo, tu Hijo Amado, a quien nos invitas a escuchar siempre. Él es el Hombre-Dios compasivo y fiel, que nos enseña a no tener otro lugar donde reclinar nuestra cabeza si no en ti. Junto al Señor Jesús somos dichosos de vivir desprendidos, compartiendo nuestros bienes con los necesitados y proclamando que sólo Tú eres nuestra riqueza.
Asamblea:
Gloria a Ti, por los siglos.
Lector 1º
Te glorificamos, Padre, porque en Jesucristo, el Hijo Bendito de María, hemos sido seducidos por tu Amor y conducidos a la virginidad de nuestros corazones.
Lector 2º
Gracias, Padre, por tu Hijo Jesús, Esposo fiel de la Iglesia. Renueva en nosotros la llama de tu Amor, la dicha y la alegría de vivir la verdadera Castidad y la pureza sincera, de cuerpo, mente y corazón, en el camino de santidad, verdadera plenitud de vida.
Asamblea:
Gloria a Ti, por los siglos.
El celebrante:
Oh Señor: mira con ojos de misericordia a quienes un día llamaste para seguirte dejándolo todo por ti. Renueva hoy en sus vidas la llama del amor primero y acoge la acción de gracias que te han dirigido asociándola a esta Eucaristía. Ayúdales a ser fieles al Evangelio. Que sean testigos de tu amor, hombres y mujeres de esperanza y alegres siempre en tu servicio. Te lo pedimos en el Nombre de Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Asamblea:
(Cantando) Amén, amén, amén.
Preces
[A las preces completas de la Solemnidad, se propone añadir estas cuatro específicas]
? Señor, tu Palabra es Camino, Verdad y Vida. Te pedimos hoy por todos los jóvenes que te buscan aun sin saberlo; puedan sentir tu mirada misericordiosa y sabiéndose amados escuchen tu invitación Ven y sígueme, y se dejen iluminar con la Luz del Evangelio. Roguemos al Señor.
? Roguemos por todos los Institutos Religiosos de Vida Apostólica, los miembros de Institutos Seculares y de Nuevas Formas de Consagración, por el Orden de las Vírgenes, por los monjes y monjas de vocación contemplativa, y por cuantos han recibido el don de la llamada a la consagración, para que, alcanzados por Cristo sean profetas del amor de Dios y auténticos testigos de la Resurrección, en nuestra sociedad y en el mundo entero. Roguemos al Señor.
? Roguemos por todas las familias, elegidas por Dios para transmitir la fe a sus hijos, para que impulsadas por la fuerza del Espíritu Santo y el amor de Cristo Jesús, puedan ejercer su misión de ser semillero de vocaciones. Roguemos al Señor.
? Roguemos por quienes estamos participando en esta celebración eucarística en la Jornada de la vida consagrada, para que todos seamos uno en el amor y el mundo crea en Jesucristo, único Salvador de todos los hombres. Roguemos al Señor.