La Santa Sede ha hecho público en nombre de los Misioneros de la Misericordia, que serán enviados por el papa como "signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios", el próximo día 10 de febrero, miércoles de ceniza, para que "sean anunciadores de la alegría del perdón", como el mismo Franciscopedía en la bula Misericordiae Vultus.
Entre esos misioneros figura el sacerdote Ángel Moreno, vicario episcopal para la vida consagrada de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, capellán del monasterio cisterciense de la Madre de Dios de Buenafuente del Sistal y párroco de varias parroquias del Alto Tajo.
Según la citada bula estos sacerdotes tienen "la autoridad de perdonar también los pecados que están reservados a la Sede Apostólica", y tienen como encargo concreto ser !"artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico en responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo".