Más de medio millar de niños y catequistas han participado este sábado en la jornada jubilar de la infancia de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Tras la oración inicial y unos juegos los niños han iniciado su peregrinación por las principales calles de Guadalajara, hasta la concatedral donde les esperaba el obispo, Atilano Rodríguez. Durante el camino se ha representado la parábola del hijo pródigo.
Tras la recepción de los participantes todos han atravesado la puerta jubilar, allí se ha celebrado una liturgia de la palabra acompañada de unos gestos muy elocuentes para presentar las obras de misericordia.
Tras la comida y los juegos de la tarde, todos los niños han colaborado con un euro para la Campaña contra el Hambre de Manos Unidas y han escuchado el testimonio de un misionero. Previamente habían entregado un kilo de comida para Cáritas. La parábola del buen samaritano ha puesto el cierre a esta jornada jubilar de los niños de la diócesis. Todos han vuelto a sus casas con un corazón como recuerdo de este día tan entrañable.