El Proyecto Raquel nos abre una puerta de Misericordia, con la llave del Sacramento de la Reconciliación, conciliando desde un planteamiento integral lo espiritual y lo psicológico para la atención a las personas que han sufrido un aborto provocado.
Proyecto Raquel es una organización diocesana compuesta por una red de sacerdotes católicos, psicólogos y consejeros especialmente formados para ofrecer una atención individualizada a las mujeres y a otros intervinientes con el síndrome Post-abortivo. ('P.A.S': 'Post-Abortion-Syndrom').
Por la medicina, la psicología, e incluso por los sacerdotes, es bien conocido el llamado 'Síndrome post aborto' que designa el cuadro patológico que comprende una serie de síntomas fisiológicos, psicológicos y espirituales, desencadenados tras la realización de un aborto procurado (voluntario). Afecta fundamentalmente a las mujeres que han abortado, pero también se verifica (en distintos grados) en todos los demás que han intervenido en el hecho: el padre de la criatura, los médicos y el personal abortista.
Los síntomas que se manifiestan están en relación directa con las razones por las cuales se abortó, el tiempo del embarazo, la relación entre los padres de la criatura, los pasos que se dieron en la decisión y las influencias que se padecieron durante el período traumático de la decisión.
Fundado en 1984 por Victoria Thorn en Milwaukee, Este proyecto funciona hace mas de 20 años en más de 140 diócesis de los EEUU y en otras partes del mundo, La implantación del Proyecto en España se ha realizado con la pertinente autorización de la Conferencia Episcopal de E.E.U.U. y está ya presente en varias diócesis coordinado por la asociación publica de fieles Spei Mater y presidida por Dª. María José Mansilla.
En nuestra Diocesis se presento en el año 2012, y con ocasión del presente año Jubilar de la Misericordia se quiere impulsar la actividad del mismo, a través de la difusión del proyecto y con la formación de los diferentes agentes que intervienen en la acogida-compañia de las personas que soliciten este servicio que se ofrece desde la Delegación de Familia y Vida. Acogida, ayuda y esperanza.
Su atención se realiza de forma personal e individualizada y por supuesto de manera totalmente confidencial para acompañar y ayudar en el proceso de sanación.
Es un programa católico, pero no se pide serlo para recibir la ayuda. En ningún momento se juzga o se culpabiliza a las personas, pues nadie sabe la tormenta interior por la que tuvieron que pasar en el momento de la prueba. (Rm. 2, 1-3).