Este domingo una treintena de niños y niñas de nuestra diócesis se han reunido en el Seminario para celebrar la jornada del monaguillo.
Mediante una catequesis y un rato de oración han podido comprender mejor que su misión responde a una llamada especial de Dios. También han compartido en grupo qué es aquello que viven con especial gozo en su servicio en torno al altar. Ha resultado un momento de gracia para todos. Como no, han podido jugar en los patios del seminario y tomar una merienda.
Mientras, los padres de los niños -junto a los formadores del seminario, otros sacerdotes y el señor obispo- han tomado un café y han charlado acerca de temas referentes a la misión de los niños en nuestras parroquias, especialmente el modo en qué formar a nuestros monaguillos. Acerca de esto, el año próximo habrá alguna iniciativa por parte de la delegación de vocaciones y del seminario.
El ambiente general ha sido de satisfacción. Le hemos dado muchas gracias a Dios y hemos puesto en manos de nuestra madre María las vocaciones a nuestro seminario diocesano. ¡Esperamos ver a todos los monaguillos en las siguientes convocatorias!