“Dios derrama su misericordia”. Estas palabras bien podrían resumir el ambiente que se vivió el pasado sábado 12 de marzo en la Catedral de Sigüenza: un Dios que tiene entrañas de misericordia derrama su gracia sobre los más de 150 asistentes que participaron del Jubileo de los Catequistas.
El encuentro organizado por la Delegación Diocesana de Catequesis dio inicio con la oración de laudes en el Convento de las madres Ursulinas de Sigüenza. Acto seguido, D. Rafael Pascual, párroco de Anguita y experto en Sagrada Escritura, ofreció una inolvidable conferencia bajo el título “El evangelio de la misericordia”, en la que arrancando del libro del Éxodo, pasando por Juan Bautista y terminando con las parábolas de la misericordia, explicó que la definición más perfecta de Dios es “Misericordia”.
Tras sus palabras llegaría el momento central de la jornada, la marcha-peregrinación hasta la Catedral seguntina y la celebración de la eucaristía presidida por el vicario general de la diócesis, D. Agustín Bujeda.
Si un calificativo tuviera que resumir esta jornada no cabría otro que el de “Jubilosa”. Jubilosa por el ambiente, jubilosa por la alegría, jubilosa por la gracia recibida, jubilosa porque Dios abrió sus puertas y sus brazos para acoger a todos aquellos que solicitan su indulgencia.