El templo de Santa María Micaela acogió el martes 22, a las ocho de la tarde, la eucaristía de despedida de la Comunidad Papa Juan XXIII. Presidió la celebración mons. Atilano Rodríguez, con quien concelebraron una docena de sacerdotes. Asistieron amigos y colaboradores de la asociación y representantes de diversos movimientos laicales, que mostraron cariño y amistad a la familia de Ezio, Simona y sus cuatro hijos. Tras la celebración hubo una merienda en el porche de la casa familiar.
La Asociación Comunidad Papa Juan XXIII llegó a España, concretamente a Guadalajara, en noviembre de 2007 con dos familias que iniciaron la experiencia de acogida “Casa-Familia”. En 2008 abrieron dos casas-familia (Emaús y Reina de la Familia) y empezaron su trabajo apostólico de pastoral social y de caridad (hogares de acogida y servicios de rehabilitación y reinserción social). Cumplida la primera etapa, quedó la casa-familia ubicada junto a la Parroquia de Santa María Micaela, que ahora se despide. El obispo diocesano, durante la homilía, expresó su deseo de ver relevo en no mucho tiempo y seguir con la riqueza del carisma propio de la Comunidad Papa Juan XXIII.