Este miércoles, día 1 de marzo, es Miércoles de Ceniza. Desde entonces y hasta la tarde del Jueves Santo, 13 de abril, los cristianos recorren el tiempo litúrgico de la cuaresma como ruta que conduce hasta el Triduo Pascual, en que se celebran los misterios centrales del cristianismo: la pasión, muerte y resurrección redentoras de Jesucristo. Las prácticas cuaresmales tienen cuatro expresiones sobresalientes: el ayuno y la abstinencia, la limosna o caridad y la oración. El papa Francisco propone para este tiempo un mensaje con el título “La Palabra es un don. El otro es un don”, inspirado en la parábola evangélica del hombre rico y el pobre Lázaro (cf. Lc 6,19-31). En los días cuaresmales, parroquias y comunidades organizan diversas acciones de formación y oración, una de las cuales es el arraigado rezo del Vía Crucis.
La celebración de la ceniza adquiere especial solemnidad en las parroquias, que ofrecen celebraciones especialmente ambientadas, como lo hace la concatedral en Guadalajara con procesión desde las Carmelitas. El obispo, mons. Atilano Rodríguez, presidirá la ceremonia de la ceniza en el primer templo de la diócesis, la catedral de Sigüenza, a partir de las siete de la tarde.