El sacerdote Mariano Alda Casoni nació en La Cabrera (concretamente, en el antiguo poblado de Los Heros) el 16 de julio de 1878. Murió, fusilado, en cárcel madrileña de Carabanchel el 20 de agosto de 1936, víctima de la persecución religiosa. Seminarista en Sigüenza, recibió la ordenación sacerdotal en esta ciudad el 16 de mayo de 1904 y fue durante muchos años cura de Miralrío. En 1933, se trasladó a Madrid, por motivos de salud y al cobijo de su hermana Fausta. En Madrid, durante tres años fue capellán de la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga (Plaza Manuel Becerra).
Esta parroquia, cuyo párroco, Lino Hernando, es natural de Luzón, le ha tributado un reciente homenaje, descubriéndose al efecto una placa con su nombre y el otro sacerdote mártir del mismo periodo, Enrique González Mellén, coadjutor de la misma parroquia. La celebración fue el domingo 25 de junio y la presidió el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino. Los actos se han enmarcado también en el reciente primer centenario de la parroquia.
