El 5 de octubre, a las 7 de la tarde, el obispo diocesano, don Atilano Rodríguez, presidirá una misa de despedida y de acción de gracias por el servicio de los Franciscanos en la ciudad de Guadalajara, con sede en la céntrica iglesia de El Carmen. Concluirán así 122 años de presencia ininterrumpida, en la que los Hermanos Menores Franciscanos (OFM), desde 1895, han prestado ministerios de capellanías a comunidades religiosas, culto para el todo el pueblo de Dios, administración del sacramento de la confesión y la guía espiritual y pastorales de asociaciones como la Orden Franciscana Seglar y la Asociación Católica de Viudas, entre otros, amén de fomentar el culto a la advocación mariana de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordia, a san Antonio de Padua y la venerable madre Patrocinio, quien, en 1867 fundó en el convento de la iglesia de El Carmen una comunidad de concepcionistas franciscanas.
La razón del cierre de la comunidad es la escasez vocacional. Los seis frailes que integraban hasta ahora la comunidad destinados en Toledo, Ávila, Alcorcón y San Francisco el Grande de Madrid. El padre Pedro Ruano, exprovincial de la Orden, ha sido, durante nueve años, el último superior o guardián de la fraternidad franciscana en Guadalajara.
La iglesia permanecerá abierta al culto y a la atención a las citadas monjas. Al efecto, el obispo, en breve, procederá a los nombramientos correspondientes.