Primera clausura en la causa de beatificación de D. Eustaquio Nieto
Se ha celebrado en Toledo la primera clausura de la fase diocesana de 52 franciscanos asesinados en la persecución religiosa de 1936, pertenecientes a la causa de D. Eustaquio Nieto, obispo de Sigüenza
Ayer lunes 9 de octubre tuvo lugar la clausura del proceso diocesano del siervo de Dios Emilio Rubio Fernández y 51 compañeros mártires franciscanos. La Causa, que presentará a la Congregación romana de las Causas de los Santos, se divide en siete procesos (uno por diócesis –Ávila, Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Sigüenza-Guadalajara y Toledo y este de 52 franciscanos). Dios mediante, en fechas próximas llegará el turno de los cien mártires que presenta la diócesis de Ciudad Real. Luego lo harán el resto de las diócesis hasta completar el número de 464 mártires.
La clausura se celebró en el Salón de Concilios del Arzobispado de Toledo. Presidió el Sr. Arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Braulio Rodríguez Plaza. Junto a él, monseñor Ángel Fernández Collado, el Sr. Obispo auxiliar. En el estrado estaban los que conforman el tribunal de esta Causa: don José Antonio Lancha, juez delegado; don Francisco Javier Salazar, promotor de Justicia; y como notario actuario, don Rubén Zamora. Junto a ellos el postulador de la Causa, don Jorge López y el vicepostulador de este grupo de 52 mártires franciscanos, padre Marcos Rincón, OFM. Así como el presidente de la Comisión Histórica de la Causa, don Francisco del Campo, de la diócesis de Ciudad Real.
Entre el numeroso público que llenó el Salón de Concilios se encontraban, en primer lugar, los padres franciscanos: padre José María Sainz, vicario provincial de la Provincia de la Inmaculada; padre Joaquín Zurera, delegado para las Causas de los Santos de la misma Provincia y el padre José Martín, guardián de la Comunidad Franciscana de San Juan de los Reyes de Toledo. Los vicepostuladores de Sigüenza-Guadalajara, don Raúl Corral; de Albacete, don José Valtueña; el vicario judicial de Ciudad Real, don Bernardo Torres.
Además, el párroco de Pastrana (Guadalajara) con algunos feligreses; el párroco de Villanueva de Alcardete (Toledo), seminaristas y feligreses; otros familiares de mártires procedentes de Consuegra, La Puebla de Montalbán, Los Yébenes y Almagro (Ciudad Real).
El Sr. Arzobispo, tras entonar el canto solemne del Veni Creator con el que empieza la clausura diocesana de un proceso de canonización, destacó anoche “el rigor jurídico de la fase diocesana” y “lo que reporta a la Iglesia y a la sociedad del siglo XXI la vida de nuestros mártires con su entrega ejemplarizante”.
La sobriedad y solemnidad del acto quedan enmarcadas en la lectura de las actas, las firmas pertinentes, el lacrado por parte del Notario de las últimas cajas que contienen el trasunto y la copia pública de todo el proceso, para ser remitidas a la Congregación de las Causas de los Santos en Roma, a través del portador. Una tercera copia del proceso, el arquetipo original, queda en los archivos de la Archidiócesis de Toledo. El canto de la Salve puso punto y final a la clausura diocesana de este grupo de mártires franciscanos en el que se llevaba trabajando, en diferentes fases, desde el año 2003.
Don Braulio felicitó a los padres franciscanos y a las diócesis implicadas en el proceso de beatificación, por tener este «riquísimo patrimonio de santidad».