En el curso de medio siglo, la villa de Atienza ha ido edificando una representación viviente del nacimiento de Jesús en el marco ilusionado y festivo de la Cabalgata de Reyes. Con la participación entusiasta de niños y grandes se escenifican el portal de Belén que acoge a la Sagrada Familia, la cabalgata de los tres Reyes Magos y diversas escenas de pastorcillos. De 1966 a esta parte, la escenografía se ha enriquecido con recursos plásticos y técnicos hasta lograr una notable calidad.
A eso de las siete de la tarde, la comitiva sale desde el castillo camino del gran portal de Belén levantado en la Plaza del Trigo. La comitiva de los Reyes lleva vistosa y bien distinguida por el colorido de cada uno de ellos y el vistoso acompañamiento de pajes. Allí entregan sus dones al Niño y se hace la adoración general mientras los coros de pastorcillos animan a cantar villancicos a los asistentes, que reciben también dulces y caramelos. Se ha hecho habitual que, a continuación, los Reyes visiten a los ancianos de la Residencia. Y en su momento, será la hora de los niños y niñas, también muy presentes en el belén y la cabalgata.