La expresión Triduo Pascual es relativamente reciente, aunque ya a finales del siglo IV San Ambrosio hablaba de un Triduum Sacrum para referirse a las etapas históricas del misterio pascual de Jesús. También San Agustín utilizó una expresión parecida, Sacratissimum Triduum, para indicar los tres días de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo.
El Triduo Pascual comienza, propiamente dicho, con la misa vespertina de la cena del Señor, alcanza su cima en la vigilia pascual y se cierra con las vísperas del domingo de pascua.
CELEBRACIONES DEL TRIDUO
Desde la Misa de la Cena, en la que se recuerdan la Última cena de Jesús, la institución de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal, y el mandamiento del amor. Junto al Monumento preparado para la Eucaristía se celebra la Hora Santa. También hay procesiones, especialmente con la imagen de Jesús Nazareno prendido o con la cruz a cuestas.
Día de meditación sobre la pasión de Jesús, con la Celebración de la Pasión, que no incluye la Eucaristía. Se celebran otros cultos como el Vía Crucis, el sermón de las Siete Palabras, el sermón de Soledad y diversas representaciones de la pasión y procesiones penitenciales.
Sin celebraciones litúrgicas en recuerdo de la muerte de Jesús hasta la celebración de la Vigilia Pascual, ya por la noche o madrugada del domingo, en la que se conmemora con solemnidad la resurrección de Jesús, que es el acto litúrgico católico más destacado.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Celebración de la solemne misa de Pascua precedida, en muchos lugares, de la procesión del Encuentro de Jesús resucitado con la Virgen María, que cambia su manto de luto por el blanco pascual.
