Cerca de seis horas permaneció en Sigüenza la Cruz de Lampedusa el martes 29 de mayo. Llegó minutos antes de las 10 horas y se marchó a Tendilla en torno a las 15:45 horas.
La primera parada o estación de la Cruz fue el Centro de Refugiados de Sigüenza, un centro auspiciado por la diócesis de Sigüenza-Guadalajara en 1992 y en la actualidad regido por ACCEM (Asociación Católica de Emigrantes y Refugiados). A lo largo de estos 26 años, unos seis mil refugiados han pasado por este centro seguntino, donde la Cruz de Lampedusa permaneció, el martes 29 de mayo, unos tres cuartos de horas, con una vigilia de oración interreligiosa.
A continuación, portada por residentes en el Centro y voluntarios del mismo, fue llevada a la catedral seguntina, cuyas campanas acompañaron la procesión con sus mejores sones. Los sacerdotes de la catedral recibieron a la Cruz en la nave de la epístola y desde allí fue llevada al altar mayor, donde se rezaron laudes y se ofició la eucaristía. Participaron en la misma emigrantes y refugiados de más de media docena de países (Costa de Marfil, Camerún, Marruecos, Libia, Irán, Venezuela, Colombia,…). En su homilía, el deán de la catedral recordó el reciente ejemplo de heroísmo de inmigrante irregular en Francia Mamadou Gassama, joven de Malí, de 22 años, que salvó la vida de un niño que se precipitaba al vacío desde un cuarto piso. El deán de la catedral también recordó las palabras del Papa tras el naufragio moral de varios cientos de migrantes y refugiados en la isla siciliana de Lampedusa el 3 de octubre de 2013: “¡Vergogna, vergogna, vergogna, vergogna!”. Asimismo, evocó el poder salvífico de la Cruz de Jesucristo. “La Cruz de Lampedusa –afirmó- no tiene Cristo, no tiene cuerpo algunos entre sus maderos… ¿Sabéis por qué? ¡Porque el crucificado, los crucificados sois vosotros, porque vosotros sois el cuerpo de Cristo!”.
Durante el rezo del Padre Nuestro de la misa, celebrantes y fieles unieron sus manos y, en el momento, oportuno, intercambiaron un gesto de paz. La celebración concluyó ante el altar de la Virgen de la Mayor, con la bendición final y de la veneración de los fieles a la Cruz de Lampedusa, que, pasadas las 12 horas, fue trasladada a la iglesia de las Ursulinas, donde los alumnos del Colegio SAFA-Ursulinas fueron pasando para venerar la Cruz y dejar en ella un posit con una plegaria, una palabra, un deseo.
A las 13 horas, los alumnos de 6º de Primaria de este colegio, atravesando la Alameda de Sigüenza, llevaron la Cruz a la iglesia de las Clarisas, donde tras una recepción, permaneció, junto al Santísimo Sacramento expuesto, durante dos horas y media.