El 15 de octubre, este año lunes, es la festividad de santa Teresa de Jesús, virgen, doctora de la Iglesia y fundadora, la reformadora del Carmelo Descalzo, siempre fémina, inquieta y andariega, mística y escritora, uno de los más extraordinarios personajes de la historia de la humanidad y de la Iglesia. Nacida en Ávila en 1515, falleció en Alba de Tormes (Salamanca) en 1582.
Y el lunes 15 de octubre, en la ciudad y diócesis de Ávila y en Alba de Tormes (Salamanca) concluye el primer año santo teresiano estable, concedido por la Santa cada vez que la fiesta de santa Teresa, 15 de octubre, coincida con domingo, como aconteció en 2017. “Camino con determinación” ha sido el lema de este año jubilar.
La fiesta del 15 de octubre en honor de santa Teresa de Jesús en nuestra diócesis es especialmente celebrada en los carmelos descalzos de Iriépal y de Guadalajara y de la villa de Pastrana, que la tiene por patrona y donde realizó dos fundaciones de la reforma carmelitana descalza, en 1569: en el convento de san José para monjas y en el convento del Carmen para frailes.