Porta Coeli es el título de esta representación del Misterio del Nacimiento del Salvador en relación con el lema del Jubileo de Catedral diocesana, que celebra el 850º Aniversario de la consagración del Templo.
El nacimiento que contemplamos está compuesto con figuras del escultor José Luis Mayo, la composición es obra de Raúl Pérez.
Si observamos su composición podremos observar cuatro espacios:
En el centro, distribuido en tres alturas encontramos: abajo el lugar del nacimiento en donde están la mula y el buey, símbolo de la sencillez y el silencio. En el centro, a modo de sagrario, lugar de adoración, encontramos al Niño Dios elevado y colocado en brazos de María. En la tercera altura los ángeles nos descubren el velo del misterio del cielo y glorifican a la Palabra hecha carne.
Vemos en el lado derecho del Belén la anunciación a los pastores, y caminando hacia Jesús un pastor anciano que abre la puerta del portal, significando a aquellos que caminan en esta vida para los cuales se les abren las puertas del Cielo con la Encarnación del Hijo de Dios.
En el lado izquierdo encontramos una calle, el mercado, el río… hacia estos lugares se encamina otro pastor, que con su mirada observa una obra de misericordia. Este joven, significa a aquellos que, habiendo recibido la noticia del nacimiento del Salvador, ven en los más necesitados y en el servicio a los demás la huella de la Encarnación.
El cuarto espacio es todo el segundo plano y fondo del Belén, en el cual encontraremos pequeñas figuras de peregrinos en los caminos: pastores, camellos, borricos… En el centro del belén, aparecen los reyes magos, peregrinos que habiendo pasado por el palacio de Herodes se dirigen en comitiva real al encuentro del Niño Dios. Símbolo de aquellos que peregrinan alejándose del mal y centrando su vida en la adoración al Señor de la Vida, Jesucristo, verdadera Puerta del cielo.