Con fecha 22 de diciembre, el Papa Francisco firmó el decreto de virtudes heroicas, con el correspondiente tratamiento de venerable, del siervo de Dios Doroteo Hernández Vera, fundador del Instituto Secular Cruzada Evangélica. Para su beatificación, resta tan solo la aprobación de un milagro obrado por su intercesión.
Don Doroteo nació en la localidad de Matute de Almazán, en la provincia de Soria, entonces obispado de Sigüenza, el 28 de marzo de 1901 y falleció en Coslada (Madrid) el 6 de noviembre de 1991 y allí fue enterrado.
Hijo de una familia pobre, vivió en Sigüenza, junto a la parroquia de Santa María, y fue seminarista en Sigüenza. Fue ordenado sacerdote el 20 de marzo de 1926 y quedó incardinado en el obispado de Sigüenza hasta 1955. Pronto comenzó su actividad pastoral en Soria, siendo capellán del Colegio del Sagrado Corazón. Fue encarcelado durante la Guerra civil española desde el 14 de abril hasta el 26 de agosto de 1937, una experiencia que le sirvió para concienciarse de la necesidad de transmitir el mensaje del Evangelio a las máximas personas posibles.
Tras ser liberado, decide comenzar su labor apostólica en la Prisión Provincial de Santander, donde asiste a los presos condenados a muerte. El 8 de diciembre de 1937, funda el Instituto Secular Cruzada Evangélica, institución que fue reconocida como instituto secular de derecho pontificio el 8 de diciembre de 1976.