El obispo de la diócesis, Atilano Rodríguez, atendiendo a la gravedad y excepcionalidad del momento, para garantizar la salud de los ciudadanos y mientras dure el estado de alarma, ha tomado las decisiones oportunas que se enumeran en un nuevo decreto, que completan las dispuestas el pasado día 13 de marzo.
Aun permitiéndose en el Real Decreto publicado por el Gobierno de España la celebración del culto, por razones de prudencia pastoral, el obispo suspende la celebración pública de la misa en todos los templos de la diócesis, pidiendo a los sacerdotes celebrarla privadamente para orar por los fallecidos y los enfermos y por la pronta superación de esta crisis sanitaria.
También recomienda la oración en familia siguiendo las celebraciones por los medios de comunicación.
Consulta el decreto clicando el botón: