A las 12 del mediodía del Domingo de Pascua de esta Semana Santa atípica con celebraciones sin fieles en los templos, y siguiendo la iniciativa de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, la catedral de Sigüenza, la concatedral de Guadalajara y muchas parroquias de la ciudad y de los pueblos de la provincia han volteado sus campanas con un doble motivo: anunciar la resurrección de Jesús y acompañar la soledad de miles de personas que han fallecido, mostrando esperanza y consuelo a sus familiares.
El repicar de las campanas se ha oído en la Campiña, la Serranía, la Alcarria y el Señorío de Molina, y se ha hecho coincidir con la hora de la bendición “Urbi et Orbi” del papa Francisco en Roma. Esta acción viene acompañada de un lema: Jesucristo ha resucitado, anuncia y realiza la victoria de la vida sobre la muerte. Somos testigos de esta esperanza.
La Iglesia, que sigue acompañando en este momento a los que más sufren, se muestra solidaria con los que están padeciendo esta pandemia, especialmente con los enfermos, los que mueren solos y sus familias. El toque de campanas en la mañana de pascua quiere ser un signo de esperanza a quienes más lo necesitan es estos dolorosos momentos.