Por Samuel Rubio Quintanar
Soy Samuel Rubio, joven de 24 años, director de Peregrinter Viajes, agencia de viajes especializada en Turismo Religioso y Peregrinaciones, antiguo estudiante de Turismo de la Universidad de Alcalá (UAH) en su Campus de Guadalajara, natural de Torrejón de Ardoz (Madrid). Quería relatar mi experiencia vivida en esta Pascua junto a varios jóvenes de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.
En primer lugar, quería dedicar unas palabras de agradecimiento a los sacerdotes que me invitaron a participar de ella, a los que estoy muy agradecido, D. Francisco Monje y D. Fidel Blasco. También agradecer a todos los jóvenes con los que he tenido la oportunidad de compartir esta experiencia y a esa extraordinaria organización, con los que seguiremos prosperando.
¿Qué hubiera sido de mi Semana Santa si no hubiéramos estado confinados? Pues seguramente muy diferente, yo soy músico (tubista y percusionista) y hubiera estado de procesión en procesión, ayudando al párroco de mi pueblo en los diferentes oficios y celebraciones litúrgicas, como las Semana Santa de años anteriores.
En cambio, así fue totalmente diferente, os digo el porqué.
Al estar en casa, hemos tenido más tiempo para meditar y reflexionar, como hicieron los apóstoles, ya que Juan fue el único que estuvo junto a Jesús durante toda la pasión, los demás seguramente estuvieron confinados, como nos ha tocado vivir este año a nosotros. También he tenido la oportunidad de conocer a nuevas personas y compartir con ellos sobre los documentos de reflexión diaria que nos enviaban, algo genial.
Creo que ha sido una gran oportunidad que me ha ayudado a fortalecer mi fe y a estar aún más cerca de Jesús y de María, y de comprender mejor el sentido de la Semana Santa, que no son sólo son las procesiones, si no la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
<< Se han cerrado todas las iglesias, pero se ha abierto una en cada casa >>