Las diócesis de la Provincia Eclesiástica de Toledo, que aglutina a todas las de Castilla-La Mancha, es decir, Toledo, Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara, han puesto en marcha sus respectivas oficinas de acogida, acompañamiento o denuncias de abusos a menores y a personas vulnerables.
En diócesis de Sigüenza-Guadalajara, concretamente, el obispo, Atilano Rodríguez, la erigió el pasado día 30 de abril y contará con tres personas, dos laicos y un sacerdote, que se dedicarán a la escucha de posibles delitos sexuales por parte de sacerdotes, realizarán trabajos de prevención y estarán a disposición de cualquier persona que tenga que acceder a esta comisión, si se diese el caso.
Estas oficinas se han creado en cumplimiento del acuerdo adoptado en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, como ya anunció su secretario general a comienzos del pasado mes de marzo, siguiendo las indicaciones del Papa Francisco, con el objetivo de recibir las denuncias de abuso.
Aunque algunas provincias eclesiásticas han optado por crear una oficina metropolitana que incluye a las las diócesis sufragáneas, las diócesis de la Provincia Eclesiástica de Toledo tomaron la decisión, en sus trabajos conjuntos, de crear oficinas diocesanas propias.