Empezaba el mes de marzo con la ILUSIÓN de disfrutar unos días de vacaciones en la nieve y celebrar el día de San José en FAMILIA (día muy especial por ser el día del padre). Pero TODO cambió.
El 9 marzo, despertábamos, ya sabíamos en Cáritas que algo estaba pasando y nos pusimos en marcha. Pedíamos a nuestros proveedores mascarillas, guantes y alcohol (que ya utilizábamos para algunos puestos concretos). Además, se dieron pautas para guardar la distancia social con las personas mayores, que son las PROTAGONISTAS en el Programa AYUDÁNDONOS A PERMANECER EN CASA.
El 13 de marzo comenzó para nosotros la Alarma, cerraban Centros de día y empezamos a recibir llamadas, e-mails de personas y compañeros del ámbito social que necesitaban nuestros servicios. Teníamos que llevar la comida a domicilio (COMIDA SOBRE RUEDAS) a las personas mayores.
Desde el 13 de marzo al 13 de junio, un trimestre, en el que hemos trabajado sin descanso porque se multiplicó por 10 la atención que realizábamos y han sido muchos las emociones y las experiencias. Sentí MIEDO, estábamos viviendo una situación de peligro. SORPRESA, había que hacer frente cada día a unos estímulos imprevistos. TRISTEZA, por no poder estar cerca, físicamente, y despedirme de personas cercanas que fallecieron, ni acompañar a sus familiares.
ALEGRÍA Y SATISFACCIÓN, porque sabía que tenía que estar, presencialmente y muy cerca, ya que conocer en primera línea lo que sucede, es para mí, la base de la Intervención Social con personas vulnerables, especialmente las PERSONAS MAYORES, que en esta Crisis Sanitaria y Social han sido los más VULNERABLES. AGRADECIMIENTO a familiares, amigos, compañeros, voluntarios y trabajadores sociales.
#10de10 #SomosIglesia24Siete #quedan5
Mar Ponce
Área de mayores
Cáritas diocesana