Reviso las celebraciones dominicales que aún están colgadas en el canal de Youtube y, emocionado, me doy cuenta que son el fruto de un proceso de escucha atenta y activa. Por un lado, búsqueda entre las muchas iniciativas llevadas a cabo en otras comunidades y por otro, una escucha atenta de las necesidades que nuestra Iglesia manifestaba en el confinamiento.
Recuerdo haber optado, al inicio del Estado de Alarma, por invitar a los feligreses a unirse a las misas del papa o del obispo en internet o en televisión. Era la mejor manera de que les llegara la Palabra de Dios en este tiempo de dificultad. También recuerdo que cada día sentía que los miembros de mi comunidad me transmitían que les faltaba algo, algo importante.
Un día encontré una misa emitida en internet, en la que en algún momento se conectaba con el coro que cantaba desde sus casas. Entendí que junto a la sacramentalidad de la Palabra era necesaria la sacramentalidad de la Participación, e inmediatamente le empezamos a dar forma. Este fue un momento maravilloso: personas mayores que quieren aprender a grabar vídeos, una comunidad que no se rinde ni conforma, que se va llenando de ilusión y de ideas. De pronto ya no era yo quien buscaba dar un servicio, éramos un nosotros buscando la mejor manera de ofrecerlo.
Aún faltaba algo para que todo fuera completo, la sacramentalidad de la Comunicación muy necesaria y urgente en el confinamiento. Me dieron la idea y la “compré” enseguida. Cada domingo haríamos un “Reto”: un marco en el que poder mandar un mensaje, una flor, un brindis, un "te quiero" o una oración, a la persona que cada uno quisiera.
Familias que se reúnen en casa a celebrar el domingo, personas que preparan su colaboración y esperan ilusionados la llegada del domingo, comprobar en el vídeo que esa persona está bien, acercar un poco más la acción pastoral de las seis parroquias que formamos la Udap… son solo algunos indicativos de que la Iglesia y la celebración del domingo han seguido siendo fuente de esperanza, de luz, de encuentro, de oración para la comunidad. Y yo, como espectador privilegiado, no puedo sino decir un gran GRACIAS.
#10de10 #SomosIglesia24Siete #quedan3
Jesús Ferreras Somolinos
Párroco de la Udap. Virgen del Perpetuo Socorro
Alcocer, Castilforte, Córcoles, Escamilla, Millana y Salmerón