En el seno de una humilde familia de labriegos y emigrantes, el 23 de mayo de 1887 nació en Pietrelcina, en la región italiana sureña de la Campania, Francesco Forgione. Quince años después será fraile capuchino y recibirá el nombre de Pío de Pietrelcina.
El 10 de agosto de 1910 fue ordenado sacerdote. En 1916 recala en el santuario de Santa María de las Gracias, en la falda del monte Gárgano. El 20 de septiembre de 1918 se hacen visibles en su cuerpo -costado izquierdo, pies y manos- los estigmas de la cruz de Cristo. Los estigmas le acompañarán hasta un día de su muerte, en la madrugada del 23 de septiembre de 1968.
Su ministerio sacerdotal consistió en la dirección espiritual, en la administración del sacramento de la Confesión, en la promoción de la caridad a través, sobre todo, del Hospital por él fundado “Casa Alivio del Sufrimiento”, en el ofrecimiento de los sufrimientos que ocasionan los estigmas y las persecuciones a las que, en algunas ocasiones, se vio sometido, y en el apostolado de la oración, fundando los llamados grupos de oración del Padre Pío.
Destacó por su vida de oración y apostolado, celo sacerdotal, atención al confesionario, compromiso caritativo especialmente con los enfermos, piedad mariana y configuración con el misterio de Cristo crucificado. Es el fraile de los estigmas y un modelo de vida dedicada a servir y transmitir la misericordia de Dios.
Fue beatificado el 2 de mayo de 1999 y canonizado el 16 de junio de 2002, en ambos en Roma y en olor de multitudes y ambos casos por Juan Pablo II, a quien conoció el padre Pío conoció siendo un joven sacerdote.
Publicado en 'Nueva Alcarria' el 18 de septiembre de 2020
Por Jesús de las Heras Muela (Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
Imagen: Gran lienzo del padre Pío en el día de canonización de Juan Pablo II