Este pasado sábado 10 abril hemos vivido, hemos orado el VIA LUCIS, hemos caminado juntos.
Este Vía lucis, este camino de luz en estos momentos de tempestad sanitaria, económica, social… parece o puede sonar a broma. Pero es en estos momentos donde nos toca ser CAMINO DE LUZ en nuestro día a día. Nuestra misión, nuestro camino de luz es dar testimonio de nuestra experiencia de Jesucristo, de nuestra experiencia de resurrección allí donde desarrollamos nuestra vida, trabajo, familia, vecindad, en nuestras comunidades…
Este año no hemos podido salir por las calles de nuestra ciudad, pero lo hemos interiorizado quizá con más fuerza.
Cristo resucitado nos hace ver que somos gente de lo posible, gente de esperanza, cristo nos dice ¡vive! ¡vive! como persona, como discípulo del resucitado.
¡VERDADERAMENTE HA RESUCITADO EL SEÑOR! ¡ALELUYA!
COMO LO ANUNCIARON LAS ESCRITURAS. ¡ALELUYA!