Aunque litúrgicamente prevalece el domingo, el domingo 11 se recuerda y celebra a san Benito de Nursia. Vivió en Italia entre los años 480 y 547. Es el fundador de la Orden Benedictina de monjes y de monjas contemplativos al servicio de Dios (“Opus Dei”) y mediante la vida de oración y de trabajo (“Ora et labora”).
La importancia de san Benito en la historia es muy grande, tanto en la historia de la espiritualidad y de la evangelización, como de la construcción europea (es el primer patrono de Europa, declarado por Pablo VI en 1964), como de la cultura, mediante el ingente servicio que los monasterios benedictinos prestaron a ella en tiempos de invasiones de los pueblos bárbaros y de menosprecio de la cultura.
En nuestra diócesis, desde 1186, tenemos, en Valfermoso de las Monjas, en la vega del río Badiel y el monasterio diocesano más poblado, un monasterio de monjas benedictinas, monjas, pues, de san Benito. Hoy habrá fiesta grande en Valfermoso, y también en los monasterios cistercienses de Brihuega y de Buenafuente del Sistal. La Orden Cisterciense nació, en el siglo XI, del tronco común de la familia benedictina.