En los próximos días, el jueves 9 de septiembre, es la memoria litúrgica de san Pedro Claver, un santo poco conocido, pero y muy interesa y especialmente cercano a todos los que sufren, como ahora nuestra humanidad, he aquí una breve semblanza biográfica suya.
En el mes de junio, en fecha sin precisar, del año 1580, en Verdú (Lérida), nació san Pedro Claver Corberó. Falleció en Cartagena de Indias (Colombia) el 9 de septiembre de 1654.
Tímido y sencillo, catalán, corto escaso en palabras y largo en hechos, Pere Claver es una de las principales figuras del cristianismo del siglo XVII, cuya vida se desarrolló en el puerto negrero de Cartagena de Indias. Su entrega abnegada a los negros bozales, de los que algunos teólogos de esa época discutían incluso si poseían alma, es un modelo admirable de la praxis cristiana del amor y del ejercicio de los derechos humanos, de los que fue declarado «defensor» en 1985.
Sus restos se encuentran en el altar mayor de la Iglesia de San Pedro Claver en Cartagena de Indias. Se lo honra como patrono de los esclavos, y desde 1896 como patrono de las misiones entre los negros. Se lo considera un ejemplo heroico de lo que debe ser el amor por los más pobres y marginados. Canonizado el 15 de enero de 1888 por el Papa León XIII, este afirmó que «Pedro Claver es el santo que más me ha impresionado después de la vida de Cristo». Previamente, había sido beatificado en 1850 por el Papa Pío IX.