Desde el siglo XIII se encomiendan a la Virgen de la Merced los cautivos, en especial con la mediación de los misioneros de la Orden de la Merced, que en Guadalajara tuvieron convento desde el siglo XIV al XIX. Por extensión hoy se considera protectora de los reclusos, y a ella se encomiendan también sus familias, los funcionarios y voluntarios de prisiones, el servicio pastoral en ella y las víctimas de los delitos de los internos. En la diócesis funciona un Departamento de Pastoral Penitenciaria, que dirige el párroco de Jadraque, Juan Antonio Mínguez, con quien colaboran asiduamente los voluntarios Belén Barriopedro y Sergio Peco en sus visitas a los reclusos de esta provincia que hay en la cárcel de Estremera.
CONTACTO. Juan Antonio Mínguez: 669 34 30 31.