¡Oh Señor de los Milagros, prueba suprema de amor!
Con esta exclamación llena de amor, al que es el objeto de nuestro amor, Nuestro Señor de los Milagros y hoy hemos vivido una serie de gracias por parte del Señor.
A las 12:30 de este domingo 17 de octubre, los hermanos de la hermandad del Señor de los Milagros de la Ciudad de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castila y la Mancha de España, preparaba con esmero y emoción la Sagrada Eucaristía solemne al Señor de los Milagros, comandados por su Hermano Mayor, Carlos Matos Gálvez y el paternal apoyo del Señor Párroco de San Juan de Ávila, Don Fidel Blasco Canalejas, también contamos con la asistencia del Tercer vice Alcalde y la consejera de deporte de Guadalajara, y la numerosa comunidad peruana y parroquial de esta ciudad.
La santa Misa estuvo acompañada por un coro criollo de Madrid, que nos ayudaron a elevar más el alma al cielo, por las melodías de nuestros mayores. En su homilía, Don fidel nos dejó tres palabras para recordarlas; La devoción al Cristo de los Milagros: Patria, Iglesia Católica y tradición, es importante volver a nuestras raíces cristianas que hemos heredado de nuestros mayores y que, en tierras españolas, devolvemos a Dios, esta tradición, limeña, peruana y católica y no se queda en la patria física, sino que es parte de cada uno de nosotros y la llevamos con nosotros a todo el mundo, nos reconocemos parte de la Iglesia de Cristo y esa es la característica del ser peruano.
Tras la comunión, se procedió a la entronización de las Reliquias de las Mártires Carmelitas de Guadalajara, que han sido otorgadas por las Madres carmelitas de San José del Carmen, donde están los restos de las milagrosas Beatas. La teca con las reliquias se colocó en la parte superior de las andas del Señor y se procedió a leer la cédula de autenticidad de las reliquias, las cuales quedan en la custodia de la Hermandad y de la Parroquia, los cuales, como gesto de corresponder la generosidad de las monjas carmelitas, han decidido, para el próximo año 2022, llevar la sagrada imagen del Señor de los Milagros al Carmen y estar una semana en la santa compañía de las monjas carmelitas descalzas.
Al recibir la bendición solemne, se procedió a la esperada salida procesional del Señor de los Milagros, que, llevando las santas reliquias carmelitas, fue levantado en hombros por los hermanos cargadores, ya el corazón no podía dejar de aclamar a Dios por esta devoción que nos hace felices, adorando a Dios en esta bendita imagen. EL Señor avanzaba lentamente hasta el dintel de la puerta de la parroquia y la gente lo esperaba con ansias, pues por lo que hemos podido saber, ha sido la única procesión nazarena en Europa y probablemente del Mundo, pues por estas aun devastadoras secuelas del Covid-19 no se han permitido muchas aglomeraciones.
Al salir el Señor, lucia hermoso y engalanado, como un novio que se ciñe la corona y sale orgulloso a recorres su ciudad, así el Señor salía con las esposas carmelitas, el sol estaba radiante y todas las miradas estaban puestas en el Señor, en los rostros de la Virgen dolorosa y la magdalena, la tragedia y el amor, juntos pero firmes en las promesas de Dios; Las calles fueron testigos de la devoción del pueblo peruano, y de la integración de nuestras tradiciones en España. Todos los que cargaron las andas, ponían su hombro como el Cirineo, y con lágrimas de amor, por llevar a Dios, y de dolor por los que tenemos en el corazón, por los que hemos perdido en la Pandemia y éramos, de alguna manera, representantes de tantas hermandades que no han procesionado en Europa y el Mundo, podemos decir, que se hizo historia en las hermandades nazarenas, en este domingo 17 de octubre.
Por las calles de Guadalajara, muchos hermanos prepararon altares, nuestras hermanas nazarenas, perfumando el camino del Señor con su incienso y cantando las alabanzas a Dios, representando a tantos y tantos que no podían vivir esta procesión, por un momento al ver alrededor, todos estábamos con la mirada en su rostro y la oración brotaba como un manantial de fe, de amor a Dios y la hermosa imagen del Señor, estaba bañada de la luz del sol, y parecían alegres el cielo y la tierra, de ver al amado Esposo Jesucristo, con sus tres Beatas Mártires, en diálogo amoroso y derramando bendiciones y elevando las oraciones al cielo, con el incienso, que salía de sus manos y corazones.
En cada parada del Señor, se volvía a cumplir con la tradición de presentar a los niños pequeños ante el Señor y así, entregarles el regalo más hermoso de los cristianos, transmitir la fe en Jesucristo, nuestro Señor de los Milagros y amor de nuestras vidas, y los ojos de los presentes, expresaban el universo de emociones que cada uno tenia dentro de sí.
Y con estas grandes noticias, tengo que felicitar Martha Calderón y al cuerpo de reporteros, Peruanos con Fe, Misión Fátima Perú; que han retransmitido en directo, tanto la Santa Misa, por las redes sociales y así llevar los sonidos y las imágenes del amor al Señor de los Milagros en el Mundo, como la Procesión íntegra, dando el sentir de los presentes y de los testigos de nuestra devoción al Señor de los Milagros, pues esta devoción no ha dejado indiferente a nadie, tanto peruanos, como españoles contemplaban un misterio que llevaba a profundizar en el Evangelio del hijo de Dios, que adoramos como nuestro salvador y protector.
Al llegar a la puerta de la Parroquia, se hizo la despedida, un gran gentío lo despidió entre aplausos, lágrimas y oración, y el Señor, era iluminado por el sol que hacía brillar las reliquias de sus Beatas Carmelitas y así, ingreso en su Parroquia, y llevado solemnemente al Altar mayor, el Señor descansó de su histórica jornada. Una vez cerradas las puertas, todos los presentes caímos de rodillas, para rezar el creo y el Padre nuestro y la Salve, sellando así nuestro amor y devoción a la Iglesia católica que Cristo fundó.
Y con esta sentida escena de oración, nos despedimos del Señor, que se quedaba en compañía de sus Esposas, las Beatas Mártires Carmelitas de Guadalajara y quedar en contemplación carmelita constantemente.
Y hoy que es 18 de octubre, día en que celebraríamos la multitudinaria procesión del Señor de los Milagros de Nazarenas en Lima, llevamos sus amores dentro de nosotros, con el mayor cuidado de ser devotos y embajadores de su culto, dentro y fuera del Perú.
¡Ríndele gracias,
bendice alma mía,
al Señor Tu Dios,
que te ha dado vida
para que llegues
a ver con tus ojos
la luz de este día!