El martes por la mañana falleció en la Casa sacerdotal, a los 97 años, el sacerdote Félix Torres Olalla. Era sacerdote diocesano de Toledo, donde fue ordenado sacerdote el 26 de mayo de 1945 por pertenecer entonces su pueblo, Mondéjar, a la archidiócesis de Toledo.
Allí comenzó su ministerio para incorporarse más tarde al clero castrense. Al jubilarse, se estableció en Guadalajara, donde prestó varias colaboraciones sacerdotales, de modo especial en la parroquia de San Antonio de Padua. Hubiera cumplido 70 años de sacerdocio el mes próximo.
El obispo, mons. Atilano Rodríguez, presidirá un funeral el 16 de abril, a las 7 de la tarde.