En un ambiente cercano y profundamente eclesial, el papa Francisco ha recibido esta mañana en audiencia a los obispos españoles de las provincias eclesiásticas de Madrid, Valladolid, Toledo y el Arzobispado Castrense. Nuestro obispo, Atilano Rodríguez, ha participado junto al resto de prelados en la audiencia ofrecida por el pontífice. El encuentro ha estado marcado por el estilo propio de Francisco, siempre positivo y creyente, animando a los obispos para la misión.
El Papa ha hablado como un hermano con los obispos y les ha mostrado sus preocupaciones que no son otras que las de la Iglesia: la vida cotidiana de las diócesis y la implicación del obispo en la misma. Han charlado de evangelización en el mundo de hoy, de los jóvenes y los pobres y de la creciente colonización cultural ideológica que impera en sectores de nuestra sociedad, de los medios y de la política.
También ha manifestado su preocupación porque los obispos vivas lo que él denomina las "cuatro cercanías": con Dios, entre los mismos obispos, con los sacerdotes y con el Pueblo de Dios. En su conversación también han podido contrastar diversos retos de la Iglesia y de las distintas diócesis representadas por los obispos presentes, como la pastoral a llevar a cabo en las grandes ciudades, en las zonas rurales y, también, en este tiempo y después de la pandemia.
Francisco los ha saludado a todos, así como a los sacerdotes que los han acompañado en esta visita quinquenal que los obispos deben hacer de forma preceptiva a la Santa Sede para dar cuenta de la vida cristiana en sus diócesis.